Lograr que Colombia sea una sociedad solidaria, que reconozca y respete a todas las personas, fue el sueño que motivó a la familia Saldarriaga Concha a crear la fundación que lleva su nombre. De eso hace 50 años, medio siglo, tiempo en el que las directivas y el equipo técnico han ideado e impulsado diversas acciones para que el país camine hacia ese sueño.
“Nuestra labor ha sido cumplir el sentir de los fundadores de buscar soluciones innovadoras que puedan traer la inclusión de todas las personas, con énfasis en las personas con discapacidad y las personas mayores”, señala Soraya Montoya González, directora Ejecutiva de la Fundación Saldarriaga Concha.
Ella se refiere a que los fundadores, Elvira Concha y Alfredo Saldarriaga, fueron visionarios al traer a Colombia, por ejemplo, el concepto de rehabilitación que desarrollaron con el Instituto Roosevelt y, posteriormente, la cualificación del talento humano con la Escuela Colombiana de Rehabilitación.
En las últimas décadas las directivas y el equipo técnico han anticipado en el país las reflexiones sobre la garantía del derecho a la educación sin excepciones y lo que significa en la práctica. “La fundación,lideró el diseño e implementación de todas las políticas de educación inclusiva. Generó contenidos, metodologías, recursos y un modelo de educación inclusiva para ser implementado en el país. Impulsó innovaciones como el Diseño Universal para el Aprendizaje, que se inició en Harvard y hoy es la propuesta pedagógica más importante para atender a la población con discapacidad. Además, creó la estrategia de fortalecimiento de resiliencia como camino a la inclusión”, enfatiza.
De la misma manera, la Fundación Saldarriaga Concha ha motivado conversaciones, entre otros asuntos, sobre el envejecimiento a partir investigaciones que realiza en conjunto con organizaciones nacionales e internacionales y que pone al servicio del país.
“Para nosotros lo importante es que nadie se quede atrás. Nos importa la causa. De esa manera hemos cuidado el legado”, explica la Directora de la Fundación, quien está en el cargo desde 2006. Ella es médica con formación en alta dirección y en administración de programas de salud y está orgullosa de que la Fundación Saldarriaga Concha, gracias a un trabajo en equipo, sea protagonista de la historia de inclusión de Colombia.
¿Qué significa para quienes lideran los destinos de la Fundación Saldarriaga Concha llegar a medio siglo de existencia?
No es solo llegar, sino llegar en buenas condiciones. Cumplir 50 años es el resultado de cuidar los objetivos, de una labor de las directivas y de los diferentes equipos trabajando en la misma dirección, remando para el mismo lado, y de respetar el sentir de los fundadores.
Es muy importante cuidar el legado y cumplir la inspiración de los fundadores, pero siempre pensando en el futuro: innovando y buscando soluciones para lograr la inclusión, en especial de las personas con discapacidad y las personas mayores.
¿Qué logros destaca?
Uno de los logros ha sido traer temas nuevos al país y abrir el camino para los asuntos de la inclusión. Desde antes de instituir la fundación, la familia Saldarriaga Concha fue pionera de la rehabilitación en Colombia.
La familia promovió la creación del Instituto Franklin Delano Roosevelt, en 1947, y de la Escuela de Formación de Fisioterapistas de Santa Ana en 1952, que más tarde se transformó en la Escuela Colombiana de Rehabilitación.
Elvira Concha hablaba de la rehabilitación integral porque la veía más allá de las terapias del hospital. Ella sabía que las personas con discapacidad necesitaban un proceso de rehabilitación desde la salud, tanto física como mental; que debía engranarse con todo el proceso de formación y educación para luego poder incorporarse a la sociedad.
El trabajo de la fundación ha sido determinante en diferentes campos para lograr la inclusión. Impulsó la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en 2009, promovió la identificación de las personas con discapacidad en las estadísticas nacionales y ha traído al país avances en temas de educación inclusiva.
Además, abrió la conversación sobre el envejecimiento y los enfoques diferenciales en asuntos importantes para el país como la reparación y el reconocimiento a las víctimas; impulsó con otras organizaciones la Convención Interamericana de Derechos de las Personas Mayores en 2020 y produjo la Misión Colombia Envejece, la investigación nacional más grande en envejecimiento y vejez en 2015 y ahora una nueva versión este año.
En síntesis, la fundación ha identificado los asuntos en los que se tienen vacíos en el país y ha generado soluciones para llenarlos. Soluciones que están a la vanguardia y que le han implicado riesgos. Ha desarrollado instrumentos que le sirven al país y que le han permitido avanzar.
¿Qué desafíos tiene la fundación en un contexto tan diferente, nacional y mundial, al de hace 50 años?
El desafío más grande es que nadie se quede fuera de la cancha. En particular, que las personas con discapacidad y mayores no se queden atrás. Esto en armonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y dentro de la mirada integral de la inclusión.
Todo esto también implica que debemos posicionar los temas de discapacidad, envejecimiento y vejez en las narrativas actuales de inversión de impacto, en cómo la tecnología y todas las tendencias en uso de datos, inteligencia artificial e innovación puede usarse al servicio de la inclusión.
¿Qué proyectos tiene la fundación para los próximos años?
Con 50 años tenemos vigencia, positivismo, fuerza y seguimos soñando y planteándonos retos. La fundación tiene un legado importante, pero no se queda en el pasado, siempre mira hacia el futuro Tiene la posibilidad de soñar cosas nuevas, de arriesgar y de hacer apuestas distintas.
Durante el año pasado reescribimos con la Junta Directiva nuestro propósito: transformar a Colombia en una sociedad inclusiva con énfasis en las personas mayores y personas con discapacidad. Para avanzar en este propósito definimos los tres pilares de nuestro trabajo: la incidencia, el fortalecimiento de capacidades y el conocimiento. Incluimos una nueva línea de trabajo: entornos digitales, que se suma a las líneas de: educación, bienestar físico y socio emocional y seguridad económica y redefinimos nuestro modelo de operación donde reconocemos que podemos compartir lo que sabemos, podemos co-crear y también impulsar el conocimiento de otros.
¿Cómo celebrará la Fundación Saldarriaga Concha estos primeros 50 años?
No será una celebración de un día, será en distintos momentos del año, los cuales reflejarán el espíritu y el ADN de la fundación. En este sentido, vamos a entregarle al país información relevante para la toma de decisiones, a generar conversaciones alrededor de los temas que tratamos y a trabajar en equipo con otras organizaciones.