Los estudios demuestran que existe una relación entre el consumo de sustancias psicoactivas y los problemas mentales y esta es una relación en doble vía.
Los estudios científicos evidencian que “las personas con historial de algún trastorno mental son mucho más propensas a tener adicionalmente una adicción”. Por ejemplo, según la Encuesta Nacional de Salud Mental, es frecuente la coexistencia de dependencia de alcohol y trastorno mental (22%) y de alcohol y depresión (38% a 44%). De igual manera hay un riesgo entre dos y tres veces mayor de presentar depresión si existe dependencia del alcohol.
A este fenómeno se le conoce como patología dual y se presenta en doble vía, es decir que los problemas mentales pueden estar asociados al consumo de sustancias psicoactivas, pero también, el consumo de estas sustancias se asocia a trastornos mentales.
Cada día es más frecuente la patología dual y quienes la padecen requieren de mayor número de admisiones a los servicios de urgencias y hospitalización. Asimismo, los pacientes son más proclives a presentar conductas de riesgo (sexual, violentas y criminales), a adquirir VIH, hepatitis, entre otras enfermedades, y a tener dificultades para ajustarse a las normas sociales.
El origen de la patología dual “está asociado a una vulnerabilidad genética y biológica”. Se ha podido establecer que estas personas presentan una búsqueda insistente de sensaciones “intensas” y perciben un mayor placer al consumir las sustancias psicoactivas (SPA) del que podría sentir el resto de la población. Pero también se ha evidenciado que el efecto que tienen estas sustancias en el cerebro –a nivel neurobiológico-, incrementa la vulnerabilidad para desencadenar diferentes trastornos mentales. Otros factores que se han asociado a la patología dual son la exposición continua al estrés y factores ambientales y psicológicos en la infancia como la agresión y el maltrato, entre otros.
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Según el Boletín de Salud Mental No. 7 de MinSalud, “a nivel mundial la patología dual es considerada un problema clínico y de orden social, que ada vez cobra mayor importancia para la salud pública. La existencia simultanea de dos patologías que por sí mismas generan estigma y discriminación hace más difícil la situación, y por ejemplo, se ha encontrado que este grupo poblacional tiene mayores tasas de desempleo y falta de vivienda”.
Otra estudios sobre consumo de sustancias psicoactivas y problemas mentales, evidencian que los trastornos por consumo de SPA y trastornos mentales coexisten con una frecuencia entre el 15% y 80%.
En un país como Colombia, donde el 58,7% de las personas consumen alcohol y 2,5 millones presentan consumo de riesgo o perjudicial de esta sustancia, la patología dual es un tema de salud pública al que hay que ponerle atención.
Lo mismo pasa con el consumo de marihuana, que es del 3,3% de la población y de cocaína que alcanza 0,7%. El número de personas atendidas por patología dual en los últimos 9 años en Colombia fue de 185.368, con un promedio de 20.596 individuos que consultan cada año. En 2009 se atendieron 9.419 y en 2017 fueron 28.345, la tendencia del evento es al incremento.
Claramente, la patología dual es una de las causas de discapacidad psicosocial que debemos comenzar a visibilizar, de manera que como sociedad entendamos las graves consecuencias que tiene la falta de prevención de trastornos mentales y el consumo de sustancias psicoactivas.
Es por esto que hoy la Política Nacional de Salud Mental es la sombrilla de la Política Integral para la Prevención y Atención del consumo de sustancias psicoactivas, buscando articular dos situaciones que no son separadas sino que van en la mayoría de los casos de manera conjunta.