Familiares y cuidadores, principales agresores sexuales de personas con discapacidad
18 diciembre, 2018

La investigaciónPrevención y Abordaje de la violencia sexual en Personas con Discapacidad” arrojó datos que permiten elaborar un panorama detallado de la situación en la que se encuentra este grupo poblacional luego de haber sido víctimas de este tipo de delito. Uno de los datos más relevantes es que Familiares y cuidadores, principales agresores sexuales de personas con discapacidad.

Según el estudio, durante el 2017 98 mujeres y 12 hombres con discapacidad cognitiva y 60 mujeres y 11 hombres con discapacidad psicosocial fueron víctimas de violencia sexual en Colombia.

Asimismo, se pudo determinar que 314 personas con discapacidad cognitiva e intelectual sufrieron de alguna forma de violencia, de las cuales 181 estaban relacionadas con algún delito sexual.

Entre tanto, 60 % de los casos de las víctimas fueron menores de 18 años de edad, de las cuales 1 de cada 3 tenía entre 10 y 14 años de edad.

El estudio, presentado en diciembre, fue realizado por Profamilia, la Universidad de Los Andes, la Liga Colombiana de Autismo (LICA), Asdown Colombia y Open Society Foundations.

Factores de riesgo

El estudio logró determinar los principales factores de riesgo de las personas con discapacidad víctimas de violencia sexual, e identificó a los familiares y cuidadores como principales agresores sexuales de las personas con discapacidad.

Otro de los factores de riesgo está ligado a la falta de educación integral en sexualidad de calidad y accesible para personas con discapacidad.

Además de esto, los imaginarios y percepciones de las personas con discapacidad también promueven este tipo de violencia.

Por último, la falta de alertas frente a la violencia, la impunidad y las medidas que sustituyen la voluntad de las personas con discapacidad y restringen su opinión o participación, se convierten en cómplices de los delitos sexuales que son cometidos en su contra.

Cómo evitar la violencia sexual

Para la médica psiquiatra y master en epidemiología clínica Lina María González Ballesteros, la educación juega un papel fundamental para prevenir la violencia sexual en personas con discapacidad cognitiva y discapacidad psicosocial.

La especialista considera necesaria la orientación sexual a temprana edad para que cualquier persona, sin importar si tiene discapacidad o no, sepa los límites y pueda informar a sus padres o acudientes cualquier caso de violencia o abuso.

“La educaciones una de las piezas claves en las personas con discapacidad cognitiva y psicosocial, la educación sexual es fundamental, desde muy temprana edad los niños deben tener un conocimiento de qué es la sexualidad, cuáles son los límites y a quién puedo y no debo permitir esto”, señaló la especialista.

Señales de alarma

González Ballesteros entregó algunas señales de alarma que pueden poner en evidencia un caso de violencia sexual en personas con discapacidad cognitiva o discapacidad psicosocial.

Preste atención a estas señales:

· Cambios de comportamiento

· Irritabilidad

· Las víctimas tienden a aislarse y a ser más calladas

· Miedo a lugares que usualmente frecuenta

· La víctima busca evitar a personas con las que usualmente comparte

· Comportamientos con los que intenta informar que algo extraño está sucediendo

· Aparecen conductas hipersexuales

Esta última señal, indicó la profesional, suele aparecer en personas cuya discapacidad les impida el desarrollo de su comunicación verbal.

Lea también sexualidad y discapacidad cognitiva.Â