Estigma, la barrera más grande para acceder a la atención en salud mental
10 octubre, 2022
Sistema Nacional de Cuidado

El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre, es una oportunidad para romper con los estigmas que hay alrededor de este tema y educar en salud mental. Los estigmas son una de las razones principales para que una persona con problemas o trastornos mentales no acceda a servicios de salud, no solo en Colombia sino en el mundo.

Hace algunos años se pensaba que quienes tenían un diagnóstico de este tipo debían estar internados en un manicomio, una idea que, aunque ha ido cambiando sigue alimentando la autodiscriminación o la discriminación hacia las personas que presentan algún problema mental.

La persona puede resistirse a buscar ayuda o tratamiento, ser discriminada a nivel laboral, familiar o social, violentada e incluso enfrentarse a servicios de salud mental insuficientes.

“La pandemia nos sirvió para reconocer más abiertamente estos problemas de salud. También para mostrarnos que los servicios de salud mental que hay son de difícil acceso”, explica Lina González, psiquiatra y líder de Salud y Bienestar en la Fundación Saldarriaga Concha.

La salud mental no significa ausencia de trastornos mentales, sino que es “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Problema mental y trastorno mental

Aunque problema mental y trastorno mental son diferentes, los dos hacen parte de la salud mental. Según el ABCÉ sobre la salud mental, sus trastornos y estigma del Ministerio de Salud y Protección Social, los problemas mentales son más comunes y menos persistentes en el tiempo que los trastornos, lo que tienen en común es que afectan la manera como la persona piensa, siente y se comporta, solo que de una manera menos severa.

“En algún momento de nuestra vida experimentamos sentimientos de tristeza, ansiedad, insomnio u otros síntomas que pueden generarnos malestar y algunos inconvenientes, pero que no llegan a provocar un deterioro significativo en nuestra vida social, laboral o en otras áreas importantes de nuestra actividad cotidiana”, dice el ABECÉ al referirse al problema mental.

Contrario a lo que sucede con los trastornos mentales que sí provocan deterioro significativo en diferentes áreas de la vida. Entre los trastornos mentales, según el ABECÉ, están:

    • Depresión
    • Trastorno bipolar
    • Esquizofrenia
    • Epilepsia
    • Consumo problemático de alcohol y otras sustancias psicoactivas
    • Alzheimer y otras demencias
    • Trastornos por estrés postraumático
    • Trastorno obsesivo compulsivo
    • Trastorno de pánico
    • Insomnio primario.

Algunas de estas situaciones están muy presentes en la población mundial. De acuerdo con la OMS, en 2019 una de cada ocho personas en el mundo padecía un trastorno mental; es decir, 970 millones de personas. Los más comunes fueron: ansiedad y trastornos depresivos.

En el caso de Colombia, la población ha presentado deterioro de la salud mental en los últimos 20 años. En 2017 una de cada diez personas padeció un trastorno mental.

Las problemáticas relacionadas con este deterioro, según el documento Conpes 3992 de 2020, tienen que ver con “la baja coordinación intersectorial que genera desarticulación en la agenda pública en salud mental y limitada gestión del conocimiento; entornos que no promueven la salud mental y las competencias socioemocionales; y debilidades institucionales para la atención en salud e inclusión social de víctimas de violencias y personas con problemas, trastornos mentales, o consumo de [sustancias psicoactivas] SPA”.

Además, los reportes del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), el Observatorio Nacional de Convivencia y Salud Mental, y el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA), dicen que en Colombia:

    • La depresión es la segunda causa de carga de enfermedad.
    • El 44,7 % de niñas y niños tienen indicios de algún problema mental y el 2,3 % tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
    • En la adolescencia los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión. La ideación suicida se presenta en el 6,6 % de esta población (7,4 % en mujeres y 5,7 % en hombres). En la adultez, el 6,7 % ha experimentado trastornos afectivos.
    • En 2021 se notificaron 29.792 casos de intento suicida, que representan una tasa de incidencia de intento suicida del 58.4 por cada 100.000 habitantes. Mientras que, en 2020 se reportó una tasa ajustada de mortalidad por trastornos mentales y del comportamiento del 2.19, por lesiones autoinfligidas intencionalmente del 5.29, y por epilepsia del 1.74.

Por qué se afecta la salud mental

La salud mental puede verse afectada por diferentes factores. Hay factores individuales, sociales, estructurales, psicológicos, biológicos, emocionales, abuso de sustancias, genética, exposición a circunstancias desfavorables como pobreza, violencia y desigualdad.

En este sentido, la promoción y la prevención de la salud mental requiere de trabajo intersectorial y transectorial para reducir los riesgos, no es solo responsabilidad del sector salud. En este aspecto, González dice que los gobiernos tienen la importante misión de garantizar acceso a los servicios básicos y a las oportunidades.

“Tener salud mental en donde hay pobreza extrema es difícil. La salud mental involucra salud, vivienda, trabajo y todos los escenarios en los que los seres humanos nos desenvolvemos. Elementos como el acceso al agua potable o a educación no dependen de nosotros, sino del Estado. Ahí los gobiernos tienen una misión muy importante”, agrega la psiquiatra.

Cómo cuidar la salud mental

En cuanto a lo que depende de nosotros para cuidar la salud mental, la experta menciona algunos consejos, como:

    • Hacer ejercicio
    • Alimentarse y dormir bien
    • Tener hábitos de vida saludable
    • Lograr la mayor cantidad de actividad cognitiva (leer en papel, hacer juegos de mesa y ejercicios matemáticos y atencionales)
    • Construir relaciones interpersonales sanas
    • Leer temas diversos para desarrollar el pensamiento crítico
    • Aprender a regular nuestras emociones (va de la mano con aprender a respirar, a meditar, a hacer yoga o a rezar)
    • Hablar sobre nuestras emociones.

“Importante aprender a limitar el uso de redes sociales por internet. En Instagram, Facebook, TikTok… vemos a todo el mundo feliz y terminamos pensando que sentir tristeza o angustia es anormal o inadecuado y en realidad son situaciones que vivimos y tenemos que responder de alguna manera a ellas”, agrega González.

Para la prevención del suicidio, la OMS recomienda fomentar una cobertura mediática responsable, promover el aprendizaje socioemocional en los adolescentes y favorecer la intervención temprana.

En cuanto a la promoción de la salud mental de los niños y adolescentes, esta organización sugiere apoyo a los cuidadores para que ofrezcan cuidado cariñoso, dar recursos para mejorar la calidad de los entornos comunitarios y tener una línea de aprendizaje socioemocional en las escuelas. Para el entorno laboral menciona la legislación y la reglamentación, estrategias organizacionales, capacitación de gerentes e intervenciones dirigidas a los trabajadores. Ver especial sobre salud mental.

Políticas en cada país

Igualmente, la OMS se ha comprometido a aplicar el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 con el objetivo de mejorar la salud mental mediante liderazgo y gobernanza más eficaces. “El Atlas de Salud Mental 2020 de la OMS mostró que los países habían obtenido resultados insuficientes en relación con los objetivos del plan de acción acordado”, señala la organización.

Colombia cuenta con la Política Nacional de Salud Mental. Esta política está basada en la Ley 1616 de 2013, que contempla cinco ejes desde la promoción, la prevención, la rehabilitación y las acciones intersectoriales. Además, da un marco claro de lo que el país debe hacer basado en la evidencia.

“El país tiene la ruta integral de salud mental, pero todavía nos falta. Creo que más que leyes o normativas necesitamos implementar lo que ya está definido, escrito y con buena evidencia. Hay una tarea grande como comunidad. El Día Mundial de la Salud Mental debe ayudarnos a trabajar sobre el estigma de la salud mental, que al final termina siendo la barrera de acceso más importante para las personas que tienen cualquier problema de orden mental”, concluye la psiquiatra.

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