Fundación Saldarriaga Concha inspira a México con su trabajo en inclusión
4 abril, 2023

Fundación Saldarriaga Concha inspira a México con su trabajo en inclusión

Desde México, la directora de Declick, Adriana Pérez, viajó a Colombia para conocer de cerca el trabajo, los proyectos, los aliados y las estrategias que la Fundación Saldarriaga Concha ha venido generando a lo largo de 50 años para que la inclusión y la equidad en la educación sean una característica del sistema a nivel nacional y no solo un valor agregado dirigido a unas poblaciones específicas. Su finalidad es replicar algunos de ellos en su país.

Declick es el centro mexicano de recursos para la educación inclusiva, laboral y social con 15 años de historia. Su directora y creadora conoció a la Fundación Saldarriaga Concha durante la pandemia por medio de webinars y, desde ese momento, ha utilizado para sus talleres las guías, las cartillas y el material creado por la Fundación, pero quiere ir más allá.

Con su visita a Colombia se lleva muchas experiencias para replicar en su país. Con asombro y admiración vio el trabajo que, de la mano de la Fundación, se ha hecho en jardines infantiles, colegios y universidades de Bogotá en cuanto a inclusión. De cada experiencia se lleva algo, pero destaca el poder de las alianzas.

“Las alianzas son increíbles. Para avanzar en la educación inclusiva se necesita, sobre todo, aprender a hacer alianzas estratégicas con organismos públicos y privados, así como con instituciones educativas para empujar políticas de inclusión y hacer cambios sustanciales y permanentes. La Fundación tiene esa fortaleza, no se queda solo dictando un taller, por ejemplo, sino que hace un camino para dejar capacidad instalada”, dice Pérez.

Experiencias que se lleva

La directora destaca varias vivencias. De un colegio, la labor que ha hecho la Fundación Saldarriaga Concha para celebrar la diversidad. De otro, la manera de evaluar a los estudiantes con y sin discapacidad; de la Universidad Pedagógica Nacional su proyecto ‘Manos y Pensamiento’ para la inclusión de estudiantes Sordos a la vida universitaria; de la Universidad Nacional, el Observatorio de Inclusión Educativa para Personas con Discapacidad y, así, resalta el valor de diversas prácticas.

También dice que Maestros por la Inclusión –la red de 25.000 maestros que impulsa la Fundación Saldarriaga Concha– es un gran repositorio de materiales y de estrategias que ayudan a Declick. Incluso, Pérez contempla la posibilidad de hacer un proyecto similar en México y otro para compartir experiencias entre países con contextos similares.

“Para la Fundación Saldarriaga Concha es muy importante el fortalecimiento y la transferencia de capacidades; es decir, que podamos escalar programas a terceros, tanto a nivel nacional como internacional, por eso este tipo de visitas son valiosas para nosotros”, explica Rossana Cuervo Botero, Coordinadora de Educación y Formación de la fundación.

Inclusión en México

La ley mexicana establece la educación inclusiva en el país, es decir, que todos los colegios deben recibir a estudiantes con discapacidad, desde la educación inicial hasta la superior. Sin embargo, la Directora de Declick explica que se tiene más oportunidad en la educación inicial que en la superior, debido a que se van reduciendo los apoyos y ajustes razonables.

Por otra parte, hay pocos maestros de apoyo. En el caso de las escuelas privadas depende de los recursos económicos de los padres de familia para financiar un maestro monitor.

Para la directora de Declick siguen existiendo barreras en lo económico, en las creencias y en las comunidades en condición de mayor pobreza, marginadas y alejadas de las grandes ciudades. Aunque no es general, en las ciudades con más recursos hay mayores oportunidades para favorecer la inclusión.

Resalta que algunos maestros han entendido la educación inclusiva y la aceptan, pero no saben cómo abordarla por falta capacitación. De igual forma, se tiene más conciencia en las familias y los docentes sobre que la diversidad no solo se trata del niño o niña que tiene una discapacidad, sino que todos los niños y niñas son diferentes, son diversos. En resumen, aún no se pasa de la ley a la práctica.

“Gracias a la Fundación Saldarriaga Concha porque el aprendizaje ha sido enorme. Ahora estoy fortaleciendo lazos porque sí se puede innovar y transformar estos ambientes educativos cuando se hacen alianzas”, concluye la directora.