La multisensorialidad: el legado del antropólogo Jorge Andrés Colmenares Molina
2 enero, 2025

Jorge Andrés Colmenares Molina en Bolivia para ilustrar la nota sobre multisensorialidad.

Visitar el Museo del Oro es una experiencia multisensorial única, diseñada para que todos, sin importar sus características, puedan disfrutar de este espacio que expone piezas arqueológicas de gran trascendencia. El museo cuenta las historias que hay detrás de cada una esas piezas e incluso deja que los visitantes entren en contacto con algunas de ellas permitiéndoles que se conecten con esta riqueza cultural e histórica a través de diferentes sentidos.

Hace un poco más de 15 años, el antropólogo Jorge Andrés Colmenares Molina presentó a las directivas del museo una propuesta para hacer del Museo del Oro un lugar accesible, no solo para las personas ciegas sino para todos los visitantes. Después de cinco visitas, surgió esta idea que rompía con las formas tradicionales que los museos manejaban para que las personas ciegas aprovecharan la visita, como destinar un cuarto independiente para tocar algunas piezas. Una experiencia que él consideró excluyente.

Jorge Andrés falleció el pasado mes de noviembre y dejó el invaluable legado de la multisensorialidad, que sigue vigente en el Museo del Oro y en otros museos a los que acompañó.

El antropólogo Jorge Andrés Colmenares Molina visitando un museo.

Además, enseñó a sus amigos y colegas que la multisensorialidad no es exclusiva para quienes no ven, sino que es una herramienta que permite a todos aprovechar al máximo sus sentidos.

A propósito del Día Mundial del Braille, rendimos este homenaje póstumo a Jorge Andrés, ‘Jota’ como lo llamaban sus familiares y amigos. Desde su perspectiva de antropólogo y persona ciega, concibió esta propuesta más allá del uso del braille, una herramienta inclusiva que no está al alcance de todas las personas ciegas.

Su propuesta multisensorial se fortalece con estrategias como ‘La mochila del animador’, que llevan puesta los mediadores (guías) del Museo del Oro y en la que portan objetos originales, cerámicas, réplicas en metal o instrumentos musicales para que las personas puedan percibirlos a través de los múltiples sentidos.

Museo y uso de los sentidos

La propuesta consiste en “no dedicar a los ciegos salas, museos o servicios separados, sino brindar a todos los visitantes —incluidos los deficientes visuales— recorridos multisensoriales que involucren todos los sentidos y que hagan énfasis en el sentido de los objetos, su razón de ser entre las culturas que los produjeron, que es el interés literario y humanista que todos buscamos en la experiencia de visitar un museo”, dice el documento ‘El museo multisensorial: cuando la oscuridad hace brillar al oro’, de la autoría de este antropólogo.

El antropólogo Jorge Andrés Colmenares Molina investigando.

Ana María González, del área de Servicios Educativos del Museo del Oro, recuerda que Jota dirigió durante un tiempo recorridos por el museo llamados: ‘Recorridos con sentido’. Dice que la gente no se imaginaba que una persona ciega pudiera guiar una visita, pero él sabía exactamente dónde estaban los objetos y ofrecía una gran experiencia de conversación y diálogo.

“Nos enseñó cómo en un museo hay otros sentidos que están en juego y cómo una persona ciega puede disfrutar de una manera muy emocionante la visita a un museo”, agrega González.

Otro taller liderado por el antropólogo tenía como protagonista un mapa y sobre este una serie de alimentos como maíz, cacao y frijol. Con base en esto contaba una historia y hacía preguntas relacionadas con el origen de esos alimentos, generando un interesante diálogo histórico.

“Transformó el imaginario, nos educó y nos enseñó mucho a las personas del sector museológico. En mi caso, el primer acercamiento con una persona ciega en términos museológicos, que me habló sobre todo lo relacionado con la accesibilidad, fue Jota, hace trece años. Fue un gran maestro para muchas personas, tanto en este como en otros sectores”, dice Tatiana Quevedo, coordinadora del programa Comunidades, Accesibilidad e Inclusión del Museo Nacional de Colombia y amiga de Jorge Andrés.

Su legado

El consultor en diseño inclusivo, diseño universal y accesibilidad, Ricardo Becerra, entrevistó hace algunos años a Jota. En esta entrevista el antropólogo compartió las experiencias de sus viajes al exterior, de su infancia y se definió como “un optimista incurable, entusiasta y con un amor por la vida que lo supera así mismo”.

Esto lo ratificó en otra entrevista cuando dijo: “Para mí, la vida es una fascinación permanente. Incluso en los momentos dramáticos o en las cosas ‘malucas’. Uno vive orgulloso de poder contar esas cosas ‘malucas’ que le han pasado y de que se conviertan en razón de chiste y diversión, son las cosas que a uno lo llenan de orgullo”.

En entrevista con Ricardo contó experiencias de vida como cuando aprendió braille en la primaria con la cartilla Coquito, la misma que usaban sus demás compañeros sin discapacidad. Mientras ellos aprendían a leer en tinta, él lo hacía en braille y su maestra aprendió a la par con él.

Ante la pregunta del entrevistador, sobre el legado que deja a la gente, Jota respondió: “El diseño universal tiene una contrapartida, la otra cara de la moneda es la multisensorialidad. Todo lo que se crea con los principios del diseño universal puede ser útil a cualquier persona y la base es el propio cuerpo humano, donde están los sentidos. Eso nos lleva a la multisensorialidad”.

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El antropólogo Jorge Andrés Colmenares Molina hablando con comunidad en Cartagena.