Depresión: cuáles son sus causas, cómo se manifiesta y cómo tratarla
12 enero, 2024

Ser diagnosticado con trastorno depresivo o depresión no es signo de debilidad. Vale la pena recordar esta idea el 13 de enero, Día Mundial de Lucha contra la Depresión, y mantenerla presente todo el año. La depresión es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos, y se puede tratar con ayuda profesional.

Es decir, que circunstancias de la vida como adversidades en la infancia pueden causarla, así como abusos, pérdidas o situaciones estresantes. Igualmente, se puede presentar en personas con o sin antecedentes familiares de depresión. Las causas son múltiples.

Existen síntomas generales de la depresión, pero de acuerdo con cada persona, su edad y contexto, se manifiestan unos u otros. En cualquier caso, existen tratamientos eficaces, independientemente de que la depresión sea leve, moderada o grave.

Algunos síntomas de este trastorno, según Organización Mundial de la Salud (OMS), son: dificultad para concentrarse, sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima, desesperanza con respecto al futuro, pensamientos de muerte o suicidio, alteraciones del sueño, del apetito o del peso, sensación de cansancio o de falta de energía y pérdida del placer o interés por actividades que antes se disfrutaban.

La depresión es un trastorno de salud mental común, que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida, es diferente a los cambios usuales del estado de ánimo en el día a día. Se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, pero se puede manifestar en cualquier persona y en cualquier edad. Por ejemplo, en el mundo más de 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión.

Se estima que 5% de los adultos en el mundo padece este trastorno. En Colombia, de acuerdo con el Sistema Integral de Información de la Protección Social (SISPRO), las atenciones por depresión moderada se han incrementado desde el año 2009. En 2015, se realizaron 36.584 atenciones; 70,4% corresponde a mujeres y 29,6%, a hombres.

Se puede tratar

El tratamiento depende de cada caso, por eso lo más importante es siempre consultar con un profesional de la salud mental. El primer tratamiento contra la depresión es el psicológico.

“Los tratamientos psicológicos pueden enseñar nuevas maneras de pensar, de hacer frente a las situaciones o de relacionarse con los demás. Pueden incluir terapia conversacional con profesionales y con terapeutas no especializados supervisados. La terapia conversacional puede llevarse a cabo cara a cara o en línea. Puede accederse a tratamientos psicológicos a través de manuales de autoayuda, sitios web y aplicaciones”, dice la OMS.

Así se presenta la depresión en niños, adolescentes y adultos

Según la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015, estos son algunos síntomas:

En niños (de 7 a 11 años)

    • Ánimo triste, pérdida de interés en actividades diarias, pensamiento de culpa y desesperanza
    • Pérdida de interés en jugar con otros niños
    • Deterioro del desempeño escolar
    • Disminución de la autoestima
    • Miedo al rechazo por otros niños
    • Aislamiento social
    • Síntomas físicos, etc.

En adolescentes:

Los síntomas son similares o lo que presentan los adultos, además de los siguientes:

    • Conductas negativista, disocial, abuso de alcohol y sustancias psicoactivas
    • Irritabilidad, inquietud, mal humor y agresividad
    • Hurtos
    • Deseos e intentos de fugas
    • Sentimiento de no ser aceptado
    • Falta de colaboración con la familia
    • Aislamiento
    • Descuido del aseo personal y autocuidado
    • Hipersensibilidad con retraimiento social
    • Tristeza
    • Anhedonia (pérdida de interés o satisfacción)
    • Cogniciones atípicas: (autorreproches, autoimagen deteriorada y disminución de autoestima)

Es posible que se presenten pensamientos relativos al suicidio y es frecuente que el trastorno depresivo esté asociado a trastornos disociales, trastornos por déficit de atención y trastornos de ansiedad.

En adultos:

    • Ánimo triste y pérdida de interés en las actividades que antes eran placenteras
    • Alteraciones en el apetito y el sueño
    • Falta de concentración
    • Pérdida de confianza en sí mismo
    • Ideas negativas hacia el futuro, de culpa o de suicidio

La gravedad depende de la cantidad, la magnitud de los síntomas y el grado de compromiso funcional.

Qué hacer si presenta síntomas

    • Consulte con un profesional
    • Siga realizando las actividades que solía disfrutar
    • Haga actividades que le ayuden a sentirse mejor
    • No se aísle. Comparta con familiares y amigos
    • Haga ejercicio regularmente, aunque sea unos minutos
    • Mantenga hábitos regulares de alimentación y sueño
    • Acepte que puede tener depresión y ajuste sus expectativas. Tal vez no pueda llevar a cabo todo lo que solía hacer
    • Evite o limite la ingesta de alcohol y absténgase de consumir drogas ilícitas
    • Si tiene pensamientos suicidas, pida ayuda a alguien inmediatamente
    • Cuente a alguien de confianza cómo se siente

Leer nota: Resiliencia y compasión, capacidades que fortalecen la salud mental dando clic aquí

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