Hace 30 años, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El objetivo de esta fecha es “promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural”.
Para Soraya Montoya, directora ejecutiva de la Fundación Saldarriaga Concha, este día permite visibilizar a las personas con discapacidad y plantear las preguntas sobre qué está pasando y qué estamos haciendo para que realmente puedan ser reconocidas como ciudadanas y puedan ejercer plenamente sus derechos, como lo establece la Convención Internacional. “Es una fecha para hacer balance, para reconocer los avances, pero también para hacer conciencia sobre los retos que todavía persisten”, indica.
Este año el lema es “Soluciones transformadoras para un desarrollo inclusivo: el papel de la innovación para impulsar un mundo accesible y equitativo”. En este aspecto, Montoya señala que el país debe acelerar las innovaciones sociales, impulsar la transformación digital y el uso de la tecnología para avanzar como país más incluyente.
Algunos avances
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), precisamente, ha promovido la producción y el uso de información, la analítica y la disposición de datos para la toma de decisiones con un enfoque inclusivo. Esto permite que las políticas públicas y sociales se basen en evidencia.
También la directora de la Fundación Saldarriaga Concha destaca avances de la industria tecnológica en Colombia como son: el uso de la tecnología en la educación y la inteligencia artificial y de asistentes digitales para acompañar los procesos educativos y de evaluación de aprendizajes que fueron implementados por el Icfes y el Ministerio de Educación Nacional.
De igual forma, resalta los emprendimientos de tecnologías para la educación, un campo en el que Colombia empieza a tener un liderazgo regional, y la presencia de ofertas innovadoras como Singularity University Colombia en las que se forman líderes para que apliquen las tecnologías exponenciales y den solución a los mayores retos globales. Finalmente, subraya la formación de talentos para la industria digital.
La Fundación Saldarriaga Concha, por ejemplo, ha implementado modelos de formación en formato bootcamps, que consisten en capacitaciones a personas con discapacidad en herramientas tecnológicas y en simuladores de actividades que se realizan en la vida laboral con una alta probabilidad de obtener empleo. “Contribuyen a la inclusión, crecimiento y competitividad del país al conectar a jóvenes con potencial al sector digital, a través de empleos en empresas en modalidad remota y desarrollar proyectos de manera independiente”, explica Juan Pablo Alzate, líder de Generación de Ingresos en la Fundación Saldarriaga Concha.
Precisamente, eso le ocurrió a Virginia Velásquez Soto. Es sorda y hace varios años es técnica en Diseño Gráfico Digital, a pesar de que está en constante actualización no había podido emplearse hasta que participó en un bootcamps. “El curso me ayudó mucho porque me generó una hoja de vida y después de que me gradué, como a los dos meses, me llegó la oferta laboral y estoy trabajando. Me ha ido muy bien y estoy contenta”, dice.
Avances con muchos retos
Geovani Meléndres, director del Instituto Nacional para Sordos (INSOR), y Dean Lermen, presidente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Personas con Limitación Visual (Conalivi), corroboran que la innovación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) juegan un papel determinante en el ejercicio de la inclusión de las personas con discapacidad en los diferentes entornos.
En el caso de las personas sordas, explica Meléndres, han podido acceder a contenidos educativos y a clases virtuales a través de herramientas tecnológicas como plataformas educativas. Destaca que el desarrollo del Examen Saber 11 en plataformas digitales ha permitido que los estudiantes sordos presenten sus pruebas utilizando su primera lengua.
En cuando a las personas con limitación visual, Lermen señala que se ha avanzado en lectores de pantalla, magnificadores de pantalla, línea de braille, pero se requiere más, por ejemplo, en las páginas web y en general en todo el ecosistema digital para que sea accesible, navegable y usable. Y va más allá, dice que se les debe garantizar lo básico como son acceso a luz eléctrica, conectividad y algún dispositivo digital (teléfonos inteligentes, tableta, computador).
En esa misma línea son las reflexiones de Rafael Pabón, investigador y consultor de diferentes organizaciones. Si bien reconoce que el país ha avanzado en la inclusión de las personas con discapacidad, como lo muestran los casos de éxito de varias de ellas, como el suyo, insiste en que existen diferentes realidades que se deben tener en cuenta para lograr un mundo accesible y equitativo para todos.
Por ejemplo, la situación de las personas con discapacidad de los estratos más bajos, que deben incurrir en gastos extras para financiar su rehabilitación y atención, así como las barreras que pone el medio físico para la movilidad, la comunicación, la educación y el trabajo. También menciona el prejuicio social o discriminación que deben enfrentar por el denominado capacitismo. Uno de esos prejuicios es pensar que las personas con discapacidad no pueden tener un desarrollo intelectual o de competencias semejantes a las de las otras personas. En este sentido, explica, el problema no es la discapacidad sino el concepto que se tiene de la misma y las barreras que presenta el entorno.
Por ello sostiene que, aunque el país ha avanzado en generar oportunidades de educación inclusiva y en garantizar la salud de las personas con discapacidad, sigue teniendo muchos retos para la inclusión total de esta población.
Para asumir dichos desafíos, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (2006), de la cual Colombia hace parte, establece los derechos de las personas con discapacidad y las obligaciones del Estado frente a esos derechos.
Además de cumplir con estas políticas, Montoya indica que el país y la sociedad en general deben buscar la manera de innovar para hacerles frente. “Por ejemplo, entre la academia y las fundaciones tenemos el reto de ver cómo trabajamos juntas en potenciar y acelerar las innovaciones sociales. En proponer un modelo para la adopción rápida por parte del Estado porque esa es la manera de escalar y resolver problemas sociales complejos”, dice.
En síntesis, es un asunto de todos conseguir que Colombia sea un país mejor para todas las personas sin excepción. Un país con inclusión social y productiva de las personas con discapacidad. Ver especial Día Internacional de las Personas con Discapacidad.