Educación Inclusiva libro 2: Toma de conciencia. Sentir, pensar y actuar
La toma de conciencia ha sido definida como la piedra angular de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Lidón, 2013).
Situar la inclusión social en el ámbito de los derechos humanos tiene una connotación muy importante.
Implica reconocer y proclamar un deseo de reconocimiento de igual dignidad y valor, que ha sido desconocido a través de la historia.
Plantear la discusión desde este enfoque denota un cambio que va más allá del hacer y pasa a enfatizar la manifestación del ser, que se traduce en el ejercicio de toma de conciencia.
La conciencia va más allá de un percatarse y registrar lo que rodea a la persona, como lo resalta Murran, es “una capacidad de sumar al mundo y evitar así la perpetuación de significados que podrían llegar a reproducirse durante mucho tiempo sin ser vistos, ni pensados, ni reconocidos”.
La Toma de Conciencia le aporta a la educación inclusiva así:
- Brinda un aporte formativo a los esfuerzos de la institución por generar una cultura que promueva principios y valores que favorezcan el reconocimiento de la diversidad. Estos deben hacer posible la verdadera inclusión, a nivel de convivencia y participación de la personas, sin importar su condición social.
- Hace posible que todas las personas de las comunidades educativas que han iniciado una apuesta por la inclusión, en su práctica educativa, se vean movidos en su interior, cuestionados y confrontados en sus propias percepciones sobre el tema.
Conozca más sobre educación inclusiva en:
Centro de Recursos Maestros por la Inclusión