El aula de clase en casa, una oportunidad para la educación inclusiva en tiempos de coronavirus. En tiempos de cuarentena, garantizar la continuidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes con discapacidad es el mayor reto. ¿Cuáles son los papeles de maestros, cuidadores, padres e instituciones educativas en este camino? Abordamos algunas consideraciones.
Desde el 16 de marzo de 2020, los colegios públicos y privados del país suspendieron sus clases presenciales como una medida de prevención para mitigar la expansión del coronavirus.
A partir del anuncio que hizo el Gobierno Nacional, las instituciones educativas tuvieron que responder de manera inmediata con propuestas que garantizaran la continuidad, desde casa, de los programas académicos de los 10 millones de estudiantes que se encuentran matriculados a lo largo y ancho del país, incluyendo los casi doscientos mil niños y niñas con discapacidad.
Fue el Ministerio de Educación Nacional el que dio el primer paso, al poner a disposición de los maestros la plataforma Aprender Digital, que contiene una oferta de contenidos educativos virtuales en todas las áreas del conocimiento para que ellos puedan fortalecer los procesos de formación y aprendizaje de sus estudiantes. Además, lanzó una programación en radio y canales de televisión regionales para llegar a quienes cuentan o no con acceso a internet.
Sin embargo, esta coyuntura ha puesto sobre la mesa el paradigma actual no solo de la educación virtual, sino de la educación en general. Juan Camilo Celemín, Coordinador de Educación y Formación de la Fundación Saldarriaga Concha, cree que el aula de clase en casa es una gran oportunidad para que los maestros y las comunidades educativas piensen en nuevas metodologías innovadoras, flexibles y creativas, que atiendan a las particularidades y diversidad de cada territorio.
“Es una invitación para que el país piense en una educación que valore las diferentes capacidades que tienen los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas adultas, conozcan muy bien sus entornos y los contextos rurales y urbanos en los que se encuentran, para estudiar qué tipo de flexibilización y ajustes razonables se pueden hacer”, una propuesta que, afirma Celemín, se ha venido pidiendo desde hace algún tiempo para diferentes poblaciones que enfrentan múltiples barreras para su aprendizaje y participación.
En este sentido, los profesores cuentan con dos herramientas que, en el contexto de la educación virtual, pueden encontrar, en el aula de clase en casa, una oportunidad para la educación inclusiva el mejor escenario para desarrollar todo su potencial.
El DUA, más pertinente que nunca durante la cuarentena
Uno de ellos es el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). El DUA brinda a los maestros herramientas para que identifiquen y desarrollen mejores oportunidades de aprendizaje en los estudiantes, desde el reconocimiento de sus diversidades individuales, contextuales, culturales y étnicas, a partir de experiencias motivadoras, creativas y significativas para todos.
El DUA plantea tres principios para tener en cuenta en la organización pedagógica.
- El primero, partiendo de que cada estudiante percibe y comprende la información de manera distinta, propone brindar diferentes opciones de representación de las temáticas como videos, textos con audio, entre otros, para garantizar que todos tengan la oportunidad de acceder al conocimiento.
- El segundo, que tiene que ver con lo que motiva a cada persona, reconoce la necesidad de proporcionar múltiples formas de involucrar a los estudiantes para su participación.
- El tercer principio, plantea que el docente reconozca y utilice diferentes alternativas para evaluar a los estudiantes, teniendo en cuenta que cada persona lleva un proceso diferente y expresa lo aprendido de manera distinta.
“El aula de clase en casa, es un espacio ideal para que los docentes pongan en práctica esos tres principios. Deben preguntarse cómo va a hacer para presentarles la información a los estudiantes, si por radio, televisión, o las plataformas digitales; luego, de qué manera los va a motivar en un momento en el que no se encuentran con ellos de manera presencial y su acompañamiento recae en parte en los padres o cuidadores, y tercero, cuáles van a ser sus mecanismos de evaluación en un contexto extraordinario en el que los calendarios académicos se van a ver modificados. El DUA como una propuesta para que el maestro se piense esas diferentes formas de llegarle al estudiante con base en estos tres principios, me parece clave en este momento”, concluye.
El PIAR y el papel de los padres en la educación virtual
El segundo instrumento, explica Juan Camilo, es el Plan Individual de Ajustes Razonables o PIAR. “Esta herramienta se puede convertir en una gran aliada para saber cómo avanzan los estudiantes mes a mes, cuáles son las barreras que están presentando y cómo vencer esas barreras, sin estar en un aula de clase. También es útil para lograr que las familias se comprometan en los procesos de inclusión de los estudiantes”, afirma el profesional de la Fundación Saldarriaga Concha.
Para los maestros interesados en conocer más a fondo sobre esta y otras herramientas, la Fundación Saldarriaga Concha ha liderado ‘Maestros por la Inclusión’, una comunidad virtual de cerca de 5.000 maestros de todo el país diseñada para plantear preguntas y dar orientaciones técnicas en torno a la educación de personas con y sin discapacidad. También tiene a disposición un centro de recursos dedicado a la educación inclusiva.
Sobre el papel que juegan las familias de los niños y las niñas con discapacidad en el acompañamiento desde casa, en tiempos de cuarentena, Celemín advierte que primero hay algunos imaginarios que se deben derrumbar. “Muchas veces los padres o cuidadores dudan de que el estudiante con discapacidad pueda realmente aprender. Ven su educación como una vía para mantenerlos entretenidos, pero no están convencidos de que eso les permita tener un proyecto de vida propio”.
Cuando se derriba ese prejuicio y se ve a los niños con discapacidad como sujetos que están construyendo su proyecto de vida, “los padres van a dedicar cada día tiempo de calidad en el acompañamiento de las diferentes actividades propuestas por los profesores, porque saben que esto le va a permitir a sus hijos seguir avanzando en sus aprendizajes y en la construcción de sus futuros”.
Pero, si bien el acompañamiento de la familia es clave, no se debe aspirar a que reemplace las funciones que tienen los docentes. “Los padres siempre deben estar involucrados en la educación de sus hijos, y, aunque por fuerza de las circunstancias ahora deben apoyar aún más sus procesos, no se pueden transferir las responsabilidades de los profesores a los padres porque esto causa estrés y frustración”, considera Rafael Arias, subdirector de Gestión Educativa del Instituto Nacional para Sordos, INSOR.
Es por esto, considera Arias, que los maestros deben adaptar su planeación pedagógica priorizando más que nunca la asesoría personalizada.
Conozca el Centro de Recursos Maestros por la Inclusión.
Un valioso empujón para los maestros
Para contribuir a este reto educativo, el INSOR ha desplegado un repositorio que busca apoyar a los docentes de estudiantes sordos en esa adaptación de su plan educativo durante el confinamiento.
“Desde hace un par de años, el Instituto venía desarrollando una plataforma que se llama INSOR Educativo, que, aunque no nació en el marco de la emergencia que estamos atravesando, ha sido la mejor herramienta con la que hemos podido responder. Allí se ha dispuesto todo un banco de material educativo virtual conformado esencialmente por videos en lenguas de señas y con subtítulos, para que ayude a los maestros no solo a planear sus clases dentro de esta coyuntura y con los medios que dispone, sino a que el tiempo de aprendizaje sea más efectivo”, explica Arias.
El propósito de INSOR Educativo es que, al contar con un material ya desarrollado, “el profesor tenga algunos elementos operativos resueltos e invierta más tiempo en desarrollar mecanismos para conocer y acompañar el proceso de aprendizaje de cada niño”, complementa el subdirector de la entidad.
Hay dos formas por las cuáles los maestros pueden acceder a este repositorio: a través de la plataforma virtual Educativo.insor.gov.co y por el canal de YouTube Insor Educativo Colombia.
En el caso de los estudiantes con discapacidad visual, la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Limitados Visuales, CONALIVI y el Concejo Internacional de Educadores de Personas con Discapacidad Visual, ICEVI Internacional lanzaron una serie de recomendaciones para continuar garantizando a los estudiantes que se encuentran en los niveles de básica y media, su derecho a una educación de calidad durante la cuarentena:
- No se debe olvidar el uso del Braille. Invite al alumno a usarlo en tareas cotidianas como la lista del mercado o a través de ejercicios como los dictados.
- Si la familia no conoce el sistema Braille, anímelo a escribir y leer lo escrito frente a la cámara del dispositivo que esté usando, de manera que sea el docente quien se asegurare que lo esté haciendo bien.
- El maestro deberá proporcionar materiales que sean accesibles, estructurados en Word o PDF. Es importante asegurarse de que el estudiante vea las imágenes, videos y películas con alguien de su familia para que le haga las descripciones que sean necesarias.
- Para las evaluaciones, el maestro deberá establecer tiempos distintos para que los estudiantes ciegos y de baja visión cumplan con las tareas señaladas.
- Se puede explorar la posibilidad de lectura de viva voz utilizando Skype, llamadas por WhatsApp o FaceTime; grabar notas de voz o archivos escritos en Word o PDF accesible, y compartirlos a través de medios como Google Drive o Dropbox para que los estudiantes accedan a ellos a través del lector o del magnificador de pantalla.
- Una posibilidad más, es el uso educativo de YouTube, donde se puede acceder a documentales, conferencias, clases específicas e incluso audiolibros o tutoriales para todos los niveles educativos. También existe una oferta de libros digitales accesible en distintas plataformas o portales especializados para estudiantes ciegos.
El documento menciona, además, el papel del núcleo familiar. “Los maestros deberán preparar guías y recomendar textos y materiales de lectura, verificando la disponibilidad en el hogar, y dar instrucciones precisas para que un miembro de la familia apoye al estudiante con la lectura de viva voz, así como diligenciando las guías o los talleres con las distintas respuestas dadas por el estudiante”.
Por último, el documento hace especial énfasis en la importancia de los momentos de esparcimiento de las familias y los estudiantes. “El juego, el descanso, compartir, también hacen parte de la educación”, por eso, recomienda a los maestros animar a las familias a compartir con los estudiantes, inventar juegos, hacer ejercicio e incluso compartir juegos en línea.
“Los medios virtuales, incluyendo los de educación, han estado en una zona en donde no se han aprovechado lo suficiente. Esta cuarentena lo que está haciendo es demostrarnos que tiene más potencial del que nos habíamos atrevido a explorar y
nos está obligando a pensar en su desarrollo”, reflexiona Rafael Arias, del INSOR, sobre el protagonismo que están teniendo actualmente Internet y las TIC.
“Si lo virtual nos permitió reaccionar de la única manera posible y, al mismo tiempo, de la mejor manera posible, una de las cosas que van a quedar fuertemente planteadas en la mesa de discusión cuando todo vuelva a la normalidad es: ¿vamos a desaprovechar lo que ya avanzamos? O vamos a avanzar hacia temas importantes como llegar con estas herramientas a las zonas rurales donde hoy no hay acceso a Internet”.
Aunque Arias advierte que esto no significa que se deba reemplazar la educación presencial por la virtual, sí abre un camino lleno de posibilidades en aras de combinar las dos. “No se trata de cambiar de la noche a la mañana. Después nos preguntaremos cómo combinar lo presencial con lo virtual de manera eficiente. El reto es enorme”.