Hablamos con La investigadora titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez, Verónica Montes de Oca Zabala, sobre El papel de la mujer mayor en Latinoamérica. La investigadora llamó la atención sobre las condiciones de vida las mujeres mayores en Latinoamérica.
Señaló que son mujeres trabajadoras, luchadoras, con altos niveles de resiliencia y que siempre están dispuestas a trabajar por lo demás. Indicó que nunca han abandonado su papel de esposas, madres, abuelas, hermanas, hijas o nietas, y que siguen siendo el eslabón clave en conservación de la familia como núcleo de la sociedad latinoamericana.
Trabajo invisible
Si bien el rol de la mujer mayor en los diferentes países del continente es fundamental para mantener la cohesión de la sociedad, Montes de Oca llama la atención sobre el poco apoyo del Estado a la labor que desempeñan a diario, pues según ella, se trata de un trabajo no reconocido que al dejar de hacerse la comunidad lo reclama.
“Son mujeres que están enseñando, a veces sin tener ningún ingreso, mujeres que no tienen un sostén porque el Estado las ha invisibilizado, pero no invisibiliza su trabajo y lo sigue exigiendo, lo sigue pidiendo y cuando no lo logra las estigmatizan, las dañan, las violentan”, dice la experta.
Superaron el conflicto
Montes de Oca asegura que las condiciones que atraviesan las mujeres de las nuevas generaciones se deben, en gran parte, al esfuerzo de la mujer mayor de hoy en día. Señala que su labor ha sido indispensable para que puedan votar, caminar por la calle y decidir con propiedad sobre su cuerpo, su estudio y sus preferencias ideológicas, políticas y sexuales.
Así mismo, destacó el alto nivel de participación social de la mujer mayor en la actualidad y aseguró que en un futuro la brecha de desigualdad frente al hombre podrá disminuir.
“La participación social es altísima, muy importante, eran las mujeres de los 60’s y los 50’s, son las mujeres de posguerra, son las que han visto los principales cambios de la humanidad (…) tienen una activa participación en el ámbito privado, social y político”, aseguró.
“Ellas son líderes, la mujer mayor actualmente es líder, en este siglo es donde la mujer va a poder detener las guerras, va poder distribuir la justicia y ver al hombre como un compañero y dejar legados importantes”, agregó.
Vejez y pensión
Para Montes de Oca una de las grandes deudas de los gobiernos latinoamericanos es con las mujeres mayores. La experta reclama una pensión justa, además, exige un reconocimiento digno al trabajo “invisible” que desempeñan y el cual no es remunerado pues se cree que es propio de los roles que la sociedad les impone como abuelas, madres, esposas, etc.
“Estas mujeres ancianas mayores, a pesar que podrían estar descansando y haciendo un balance de su vida, aún están trabajando. En América Latina carecen de una pensión universal, no tienen un ingreso fijo, las mujeres en el continente tienen esta condición femenina sujeta a sus roles como madres, como hijas, como esposas, como abuelas, y no porque son mujeres”, señaló.
“Estas personas siguen contribuyendo a la reproducción de la sociedad sea criando hijos, cuidando enfermos, personas con discapacidad o a los nietos y no tiene el reconocimiento ni un ingreso por ser persona mayor”, agregó.
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Herencia y violencia
En este aspecto Montes de Oca habló sobre el papel de la mujer indígena en el continente y sobre su importancia a la hora de transmitir conocimiento y cultura, sin embargo, aseguró que la discriminación hacia esta población, se suma a una lista de estigmas que juegan en contra de su libre desarrollo.
“Las mujeres indígenas tienen una cosmovisión ligada ancestralmente a su cordón umbilical puesto en la tierra que les da una visión distinta a los que vemos las mujeres urbanas. Las mujeres indígenas mayores son un regalo de la vida y regalo de la cultura, pero sufren una desigualdad acumulada; no solo porque son mujeres, sino porque son mujeres mayores indígenas. Es una triple condición y a veces cuádruple cuando tienes una discapacidad y quíntuple cuando eres pobre. Es como una desigualdad acumulada, es como vivir cinco estigmas pegados y no solo uno, y cuando pertenece al colectivo LGBTI ya son seis los estigmas”.
“Los estigmas son etiquetas puestas desde la sociedad para señalar (…) ellas no son vulnerables, la sociedad las vulnera”.
Emprendimiento
Para finalizar, la especialista hizo un llamado a los gobiernos para que apoyen los emprendimientos de las personas mayores. Asegura que la experiencia acumulada juega a favor de ellas y pidió dar orientación de calidad para que sus proyectos prosperen.
“Conminaría al empresariado colombiano y latinoamericano para que vea esos nichos prudentes con justicia y responsabilidad social, con las personas mayores tienen una experiencia impresionante”, concluyó.