Las tendencias internacionales sugieren que ahora estamos viviendo más años. Con el paso del tiempo, la esperanza de vida ha aumentado y esto ha cambiado algunos patrones de comportamiento. Si antes era común el ciclo: estudiar, trabajar y pensionarse; hoy en día se puede cambiar el patrón y se puede estudiar, trabajar o emprender indistintamente al orden y momento de la vida.
Por lo anterior, es cada vez más frecuente encontrar personas mayores de 60 años dispuestas a iniciar una empresa, que apalanca su éxito en la madurez y la experiencia que ellas tienen para llevar a buen puerto sus ideas e iniciativas emprendedoras.
En este sentido, si bien “el 80 % de las empresas creadas por jóvenes muere en los tres primeros años, las empresas de personas mayores de 50 años podrían retar esta situación dado que sus líderes tienen experiencia, contactos, ahorros y otros factores que hacen que la tasa de mortalidad en los emprendimientos sea menor”, dice Juan Pablo Alzate, líder de Generación de Ingresos de la Fundación Saldarriaga Concha.
Sin embargo, agrega Alzate, el ecosistema emprendedor del país no se ha percatado de esta tendencia y, por tanto, no está teniendo en cuenta este segmento de emprendedores conformado por 7 millones de personas de más de 60 años. Personas que son activas y productivas, que así tengan o no una pensión, quieren seguir trabajando para vivir mejor. Una situación a la que a nivel internacional sí le están siguiendo la pista los organismos multilaterales.
Trae beneficios estudiar y emprender a esta edad
El estudio La Economía Plateada en América Latina y el Caribe, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por ejemplo, asegura que trae grandes beneficios estudiar y emprender más allá de los 60 años al mejorar la calidad de vida del emprendedor mayor y al evitar que se pierdan los conocimientos técnicos y las experiencias del negocio cuando se traspasan a las siguientes generaciones.
Por eso, el BID aconseja crear posibilidades de formación para esta población en las Instituciones de Educación Superior, ya sea de manera presencial o virtual. “En este contexto puede considerarse el concepto de re-skilling o la definición de nuevas orientaciones vocacionales para prolongar sus vidas laborales”, indica. Este tipo de posibilidades de formación no son ajenas al emprendimiento; capacitar y entrenar a los líderes de las empresas debería tener un enfoque diferencial para el segmento de la población en mención.
Un obstáculo, el no uso de las TIC
Sin embargo, la Nota estadística. Personas mayores en Colombia: hacia la inclusión y la participación, señala que 63,7 % de las personas mayores no usa internet y la principal razón es que no saben usarlo.
Esta falta de acceso o de conocimiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) obstaculiza la autonomía de los mayores, el desarrollo de sus capacidades y potencialidades, su inclusión social y productiva, por lo que es importante generar estrategias para la reducción del analfabetismo digital y que faciliten el aprendizaje de algunas de las habilidades más importantes hoy en día.
Cifras que validan la situación: estudio Tsunami Latam
- La esperanza de vida va en aumento: en 2015 era de 73,7 años; se espera que en 2030 sea de 76,6 años y en 2050 sea de 80,2 años.
- 80,4 % de las mujeres mayores de 60 años en Colombia no recibe ingresos y solo una de cada siete tiene pensión.
- 67 % de los colombianos nunca pensaron que llegarían tan bien a la edad que tienen, especialmente la Generación Plateada: 73 % de las personas 65+ se sienten así.