Las enfermedades mentales son un problema de salud pública por el aumento de casos y a la atención que requiere de los sistemas salud y otros sectores a los que impacta, según ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un asunto de la mayor relevancia en el Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre con el propósito de concientizar acerca de los problemas de salud mental y movilizar a la sociedad en torno a las personas que los padecen para ayudarlas.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el aumento de depresión, ansiedad y otros trastornos ha generado una creciente preocupación mundial por el bienestar emocional de las personas, especialmente desde la pandemia de covid-19.
En Colombia, entre 2015 y 2020 se presentó un total de 5.373.027 casos de trastorno de ansiedad; 806.384 de trastorno afectivo bipolar y 579.175 de esquizofrenia, de acuerdo con el informe ‘Trastornos Mentales y Suicidio en Colombia’ del Instituto Nacional de Salud.
“La pandemia nos permitió reconocer más abiertamente estos problemas de salud y puso nuevamente en evidencia la dificultad al acceso a los servicios de salud mental son de difícil acceso”, señala Lina María González Ballesteros, médico psiquiatra y líder de Salud y Bienestar en la Fundación Saldarriaga Concha.
Esto lo ratifican las cifras. Una encuesta sobre la percepción de los colombianos sobre la salud mental, su cuidado y valoración realizada en 2023 por el Ministerio de Salud y Protección Social, asegura que en Colombia el 66,3% de la población afirma que ha enfrentado algún tipo de problema de salud mental. Un porcentaje mayor en las mujeres con 69,9%.
La misma encuesta indagó sobre el espacio más propicio para generar problemas de salud mental. Casi la mitad de la población, un 44,5%, respondió “la casa”, como ese lugar. Este dato es especialmente notable entre las mujeres, quienes lo mencionan con mayor frecuencia que los hombres. “Resulta alarmante que el lugar donde se debería sentir mayor protección sea precisamente el espacio donde casi la mitad de la población se siente más vulnerable”, explica el Ministerio de Salud y Protección Social.
La situación en niños, niñas y adolescentes
La situación afecta también a niños, niñas y adolescentes. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Mental, 2015, en el país, el 44,7% de los niños y niñas presenta problemas de salud mental, es decir unos seis millones de menores de edad, mientras que, a nivel mundial, esta cifra asciende a 168 millones.
Por otro lado, cifras reportadas por la Dirección de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y la Protección Social, muestran que de enero a mayo de 2023 un total de 1.517.933 colombianos fueron diagnosticados con enfermedades mentales.
“El aumento en la prevalencia de problemas y enfermedad mental es multicausal y no podríamos asumir que haya un único desencadenante. Hoy nos enfrentamos a muchos retos como humanidad que sin duda impactan nuestra salud mental: el cambio climático, la inteligencia artificial, las redes sociales, los retos políticos, la soledad, entre otros. A esto le sumamos la “vergüenza” de lo mental, las limitaciones para acceder a los servicios de salud mental, el envejecimiento poblacional que ha ido de la mano con un incremento de ciertas patologías como la demencia, la depresión y la ansiedad”, agrega González.
Salud mental, estado de bienestar
La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.
El problema mental y el trastorno mental, que son diferentes, impiden que se dé ese bienestar mental. Según el ABCÉ sobre la salud mental, sus trastornos y estigma del Ministerio de Salud y Protección Social, los problemas mentales son más comunes y menos persistentes en el tiempo que los trastornos, lo que tienen en común es que afectan la manera como la persona piensa, siente y se comporta, solo que de una manera menos severa.
“Los problemas de salud mental son algunas de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y comprometen la capacidad de las personas afectadas para estudiar, trabajar y participar plenamente en sus comunidades”, dice el informe ‘Una nueva agenda para la salud mental en las Américas’ de la OMS y la OPS.
El ámbito laboral juega un papel importante en la salud mental. Justamente este es el llamado que hace la OMS para este 10 de octubre Día Mundial de la Salud Mental por el vínculo esencial que existe entre la salud mental y el ámbito laboral.
“La estigmatización, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras condiciones de trabajo deficientes son riesgos importantes que afectan a la salud mental y la calidad de vida en general y, en consecuencia, a la participación y la productividad en el trabajo. Si se tiene en cuenta que el 60% de la población mundial trabaja, resulta urgente tomar medidas para que el trabajo prevenga los riesgos para la salud mental y la proteja y fomente”, explica la OMS.
Diez recomendaciones
Para 2022 la OPS conformó la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y covid-19. En 2023, la comisión señaló algunas esferas prioritarias de la salud mental, que consignó en ‘Una nueva agenda para la salud mental en las Américas (NASMA)’ a través de un decálogo:
- Elevar la salud mental a nivel nacional y supranacional.
- Integrar la salud mental en todas las políticas.
- Aumentar la cantidad y mejorar la calidad del financiamiento para la salud mental.
- Garantizar los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental.
- Promover y proteger la salud mental a lo largo de la vida.
- Mejorar y ampliar los servicios y la atención de salud mental a nivel comunitario.
- Fortalecer la prevención del suicidio.
- Adoptar un enfoque transformador frente a las cuestiones de género en pro de la salud mental.
- Abordar el racismo y la discriminación racial como importantes determinantes de la salud mental.
- Mejorar los datos y las investigaciones sobre la salud mental.
Conducta suicida, síntoma de un trastorno mental o emocional
Dice la OMS que la conducta suicida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental y no representa un diagnóstico en sí mismo. Como consecuencia de esto, en nuestro país, entre enero y julio de 2023 la tasa de suicidios se incrementó en 15,73 % con respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 1.564 a 1.810 casos, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Los intentos de suicidio atendidos sumaron 30.021 casos, según cifras del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública.
Entre los grupos más afectados y con tendencia al aumento están los adolescentes y jóvenes y la población de municipios afectados por desplazamiento y confinamiento debido al conflicto armado.
“Respecto a grupos etarios, esta problemática ocurre en gran medida en la población joven de ambos sexos. En el 2019 el suicidio fue la tercera causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años. Por otro lado, el 58% de casos de suicidios ocurren antes de los 50 años y las tasas se duplican en las personas mayores de 70 años en comparación con las personas que se encuentran en etapa laboral”, de acuerdo con Así Vamos en Salud.
De acuerdo con el último Informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la OPS, la mortalidad por suicidio en las Américas ha ido aumentando, mientras que en las demás regiones de la OMS ha ido disminuyendo, lo que demuestra la necesidad urgente de hacer procesos de prevención.
En Colombia
A nivel nacional, la tendencia del número de suicidios ha aumentado, esto se puede observar al revisar los datos de los últimos 10 años. En relación con el año 2020 y 2022, hubo 368 fallecidos más que representan una variación porcentual del 13,39% de acuerdo a las cifras del DANE.
Así Vamos en Salud menciona que, en 2023, a nivel departamental, Vaupés fue el departamento con mayor incidencia con una tasa de 32,07 muertes por cada 100.000 habitantes; seguido de Caldas (6,44) y Guaviare (6,15).
Los departamentos que registraron las tasas más bajas fueron San Andrés y Providencia y Arauca con una tasa de (1,61), Vichada (2,48) y Magdalena y La Guajira con tasas de (2,07) y (2,31) respectivamente.
Acciones de prevención
Para la prevención del suicidio se requiere la intervención integral, no solamente desde la salud mental, sino en el marco de la educación, protección, justicia social, oportunidad laboral, recreación organizada, y todas las demás políticas y ámbitos que apuesten al mejoramiento de las condiciones de vida. Es así que, Así Vamos en Salud propone:
- Promoción de estilos de vida saludables en todas las etapas de la vida.
- Reconocimiento temprano de desajustes emocionales y prestación de ayuda psicológica a cargo de personal especializado.
- Formación a trabajadores de atención primaria en salud para que utilicen entrevistas estructuradas para detectar los problemas en una primera fase y así poder ofrecer tratamiento y asistencia oportuna.
- Promover programas psicopedagógicos en las escuelas, asesoramiento de apoyo, terapias cognoscitivas y del comportamiento con participación de la familia.
Política en Salud Mental
Actualmente en Colombia existen algunas acciones y políticas públicas enfocadas en responder ante esta problemática de salud pública, entre ellas, la Política Nacional de Salud Mental que tiene como propósito promover la salud mental como un elemento fundamental de la garantía del derecho a la salud de toda la población, tanto a nivel individual como colectivo.
Para González, la política nacional de salud mental 2018, fue y es una gran apuesta que tiene el país, basada en la mejor evidencia disponible y producto de un ejercicio riguroso y consensuado con todos los actores. “Su implementación no ha sido fácil y aún falta un largo trecho para hacerla realidad en los territorios. Boyacá, es uno de los departamentos que desde que se promulgó la ley, ha generado acciones afirmativas en su aplicación y medición, siendo un buen ejemplo de su desarrollo. El reto es apropiarla y asegurar su implementación y seguimiento desde la intersectorialidad”, concluye.
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