Medellín y Bogotá forman en habilidades tecnológicas a personas con discapacidad para acercarlas al mundo laboral. El objetivo es que puedan tener independencia, autonomía y mayores oportunidades para ellas y sus familias.
“En la primera clase nos encontramos con que los muchachos no sabían manejar un computador; pero con el uso del arte, la ciencia y la matemática, dimos con una metodología que les permitió pasar de cero a programar un videojuego y a competir en torneos regionales y nacionales de robótica”.
Con esta anécdota, Juan Esteban Muñoz, líder de la Fundación Ocho más Tres y del proyecto IncluSteam, ilustra los avances que se lograron con las capacitaciones dadas a 25 jóvenes con síndrome de Down, trastornos del espectro autista, síndrome de Asperger y otras formas de discapacidad intelectual en Medellín.
IncluSteam tiene la premisa de que la educación de las llamadas áreas STEAM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, permite a la población con discapacidad intelectual acercarse al mundo laboral.
“Este proyecto ha sido revelador porque es la primera oferta que conocemos adaptada a las necesidades de las personas con discapacidad, sobre todo jóvenes, en términos de ciencia y tecnología”, explica Iván Darío Gómez, líder de Entornos Digitales de la Fundación Saldarriaga Concha, creadora de IncluSteam junto con Fundación Ocho más Tres, Sustentropía, Lauracate y la Universidad CES.
La capacitación se llevó a cabo entre marzo y abril de 2024 con talleres de energías renovables, algoritmos, circuitos y programación. En ellos, los jóvenes aprendieron a utilizar herramientas que les permiten ampliar sus oportunidades de empleo. “Estoy muy orgullosa de haber sido parte de este proyecto, de aprender cosas nuevas y abrirme a nuevos espacios”, cuenta una joven participante.
David, de 24 años, quedó con ganas de aprender más y ampliar su mundo. Él pinta cerámica, baila salsa, tango, milonga y otros ritmos, ha bailado en escenarios reconocidos de Cali y Medellín. Además, participará en la selección de natación de Antioquia, deporte en el que ha ganado dos medallas de oro y dos de plata en una institución internacional de competencias. “Quiero hacer muchas cosas, como ir a Estados Unidos”, asegura.
IncluSteam abre puertas
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), 16,2% de las personas en situación de discapacidad no tiene ningún nivel educativo, lo que incide de manera directa en sus oportunidades laborales. El Informe Nacional de Empleo Inclusivo INEI 2022-2023 señala que solo 24% de las personas con discapacidad trabaja y de este porcentaje, 71% se ubica en el sector informal.
Es por esta razón que IncluSteam es ambicioso y va más allá de la enseñanza. A su vez se articula con otras apuestas como Ruta N y el Hub Diversidad Digital, que trabaja en identificar las necesidades en empresas y organizaciones del sector tecnológico para focalizar más los procesos de formación.
“Buscamos que las agencias de intermediación laboral se adapten para que sean capaces de atender a las personas con discapacidad y que les puedan brindar la información de manera adecuada. Si bien muchos no se han formado, quienes están capacitados para trabajar no pueden acceder a la información para postularse”, explica Isabel Calle, líder territorial del Hub Diversidad Digital en Antioquia.
El Hub Diversidad Digital Colombia es la iniciativa inspirada en un exitoso modelo español que tiene por objetivo capacitar a las personas con discapacidad para cerrar la brecha digital y satisfacer las demandas laborales del sector de tecnologías de la información (TIC). Cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en colaboración con la Cooperación Española y la Embajada de España en Colombia.
Para lograr el propósito, el Hub Diversidad Digital realiza diferentes actividades, entre las que está vincular a instituciones de formación. “Primero hay que derribar las barreras actitudinales, pero nos hemos topado con entidades que han venido desarrollando unos procesos hermosos en temas de inclusión. Por ejemplo, en el Instituto Tecnológico Metropolitano, los estudiantes, para graduarse, deben tener el curso básico en lengua de señas colombiana”, cuenta Calle.
IncluSteam también incluyó un componente de apoyo familiar a través de la “Universidad de la Familia”, en el que los cuidadores adquirieron las habilidades necesarias para acompañar a los jóvenes en su vida adulta.
Para el Líder de Entornos Digitales de la Fundación Saldarriaga Concha este proyecto dejó dos reflexiones muy importantes. “La primera, que es posible desarrollar un programa de formación corto para jóvenes con discapacidad con énfasis en competencias STEAM. La segunda, que fue posible incidir sobre la autoestima y el autorreconocimiento de las personas con discapacidad. También en la relación entre ellas y sus padres”.
Precisamente, Erick López, papá de María José, una joven de 20 años con autismo que participó en el proyecto, asegura que “está feliz” con el hecho de que su hija haya tenido esta oportunidad. “Desde el primer día me di cuenta de que mi hija es más capaz de lo que yo pensaba. Como papás a veces queremos tener a nuestros hijos al lado para cuidarlos y no nos damos cuenta de que quieren salir al mundo, y yo quiero que ella avance. Este programa nos ayuda a quitarnos la venda y a entender que nuestros hijos sí pueden. Que tienen capacidades diferentes, que tienen sueños y debemos apoyarlos”.
Bogotá también trabaja en esa ruta
En alianza con la Subdirección de Discapacidad de la Secretaría Distrital de Integración Social de Bogotá se inició en noviembre un trabajo para el fortalecimiento de las habilidades digitales en adultos mayores y jóvenes con discapacidad intelectual de la capital del país.
Edwin Muñoz, coordinador del proyecto, explica que los talleres para los adultos mayores buscan enseñarles habilidades básicas que permitan una autonomía a la hora de manejar las aplicaciones de mensajería o entender qué es un Chatbot.
“Con el grupo de jóvenes, unos 100, estamos haciendo capacitaciones en tecnologías. Estos talleres los lidera la organización Ocho más Tres y trabajamos con los muchachos en diferentes Centro Crecer, que son espacios donde la Secretaría de Integración trabaja especialmente con personas con discapacidad”, afirma Muñoz.
El proyecto tiene objetivos similares a los talleres en Medellín. Tatiana Forero, asesora de la Subdirección para la Discapacidad, explica que se trata de un acompañamiento y orientación para la inclusión social y la inclusión productiva.
El proyecto también quiere ir más allá y ofrecer mayores oportunidades a las personas con discapacidad. Es por ello que, de la mano de la Fundación Saldarriaga Concha, están estudiando y ajustando la ruta de oferta de servicios del distrito para jóvenes con discapacidad, no solo en el tema de empleo y educación sino también en el de accesibilidad digital.
“Queremos garantizarles más capacidades, más autonomía, más independencia y estar más con otros en la cotidianidad”, afirma Forero.
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