“Es un joven con un gran potencial y una personalidad encantadora. Su capacidad, habilidades físicas y artísticas, amabilidad y sentido del humor lo convierten en un individuo con muchas posibilidades de éxito”. Estas son algunas palabras que, desde los líderes de la iniciativa social INCLUSTEAM, definen a David Escobar, uno de los 24 jóvenes con discapacidad intelectual que completó este programa piloto.
David es uno de los ocho jóvenes, hombres y mujeres, con síndrome de Down que participó. Junto con él estuvieron tres jóvenes con Asperger, tres dentro del Trastorno del Espectro Autista y diez con otras formas de discapacidad intelectual.
Cada uno de ellos y ellas se capacitó en habilidades STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática), aprendió sobre energía solar y construyó robots, según les indicara su creatividad. Al finalizar el grupo obtuvo un perfil con sus fortalezas, áreas de oportunidad y de mejora, una guía útil para conocerse y aprovechar sus habilidades.
David tiene 24 años, pinta cerámica, baila salsa, tango, milonga y otros ritmos, ha bailado en escenarios reconocidos de Cali y Medellín. Participará en la selección de natación de Antioquia y, en este deporte, ha ganado dos medallas de oro y dos de plata en una institución internacional de competencias. Por sus talentos, inspira a otros jóvenes y a sus familias.
“Quiero hacer muchas cosas, como ir a Estados Unidos, bailar, pasear y nadar. Me gustaría volver a INCLUSTEAM porque hay mucho por aprender”, expresa David.
La experiencia en este programa piloto la vivieron los jóvenes en compañía de sus familias. David estuvo con su papá, Ricardo Escobar, quien está feliz con los resultados obtenidos porque desde siempre ha buscado oportunidades de formación para su hijo y con INCLUSTEAM encontró una doble oportunidad, una para su hijo y una para él.
El programa también estaba conformado por una Escuela para Padres que les permitió acompañar el proceso de sus hijos y, en paralelo, tener formación con expertos en pro de la independencia de sus hijos.
“Nos dimos cuenta de que no estábamos solos, que como padres tenemos en común que buscamos un buen futuro e independencia para nuestros hijos. Además, que profesionales nos hayan dicho: ‘este es un camino que puede seguir’ por medio del diagnóstico de las habilidades de nuestros hijos, es algo que no tenemos cuándo pagar”, expresa Ricardo.
Una alianza para el desarrollo de competencias
Esta iniciativa fue creada por la Fundación Saldarriaga Concha, Ruta N, Ocho y Tres, Sustentropía, Lauracate y la Universidad CES con el objetivo de visibilizar las capacidades de las personas con discapacidad y su potencial para contribuir a la economía del conocimiento. El proceso se llevó a cabo desde el pasado 21 de marzo hasta el 19 de abril de manera presencial en Medellín.
Los participantes, además de completar todas las sesiones, alcanzaron grados intermedios y avanzados de apropiación de competencias y de aprendizajes. Iván Darío Gómez Castaño, líder de Entornos Digitales de la Fundación Saldarriaga Concha, dice que de este proyecto quedan dos reflexiones muy importantes.
“La primera, que es posible desarrollar un programa de formación corto para jóvenes con discapacidad con énfasis en competencias STEAM. Lo segundo, que fue posible incidir sobre la autoestima y el autorreconocimiento de las personas con discapacidad, esto de trabajado entre ellos y sus padres”, expresa Iván.
Otro aspecto relevante con respecto al desarrollo de competencias STEAM como habilitante laboral, es que Ruta N está trabajando con empresas y organizaciones del sector tecnológico para identificar necesidades y así pensar en procesos de formación más intencionados.
El papá de David concluye y resalta la importancia de este programa. “Escuchar de viva voz las expectativas de otros padres, darnos cuenta de que a veces pensamos que nuestros hijos no son capaces y en realidad sí lo son, esto es esperanzador. La esperanza se va enfriando y estos programas nos la devuelven”.
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