Ingresos, salud y educación, claves para la autonomía en la población mayor
16 junio, 2023

Autonomía.

El maltrato a la población adulta mayor es un problema mundial. Aunque los países en vía de desarrollo y los desarrollados no lo documentan suficientemente, Naciones Unidas estima que la tasa de prevalencia se sitúa entre 1 y 10% y señala que es una cuestión social y moral indiscutible.

Una manera de contrarrestarlo es con autonomía de las personas cuando llegan a la vejez, que en gran parte la logran tener con una buena salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.

Esto se consigue con un sistema de salud robusto que “atienda las necesidades y las situaciones que antes no existían”, como señaló Soraya Montoya, directora ejecutiva de la Fundación Saldarriaga Concha, cuando presentó la Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva, estudio realizado por Fedesarrollo, la Fundación Saldarriaga Concha, la Universidad ICESI y el DANE, que entre otras cosas señala recomendaciones para asumir los retos y las oportunidades que implica el aumento en el número de las personas mayores.

En el caso de salud, aconseja al país generar modelos diferenciales de atención y promoción en salud; sensibilizar al personal de salud y comunidad sobre la enfermedad mental y la persona mayor (la mitad de las personas mayores tienen problemas de depresión); fortalecer la implementación de las guías de práctica clínica;  promover nuevos modelos de prestación de servicios y tener una oferta de formación continua en salud a las personas mayores.

Estas sugerencias están ligadas a la mayor expectativa de vida, que demanda decisiones inmediatas frente al uso de los recursos y al número de atenciones que exige el rápido cambio demográfico.

Por ejemplo, entre los años 2014 y 2020 el país reportó un gasto en salud de aproximadamente 70 billones de pesos, con cerca de 40% destinado a la atención de personas mayores de 75 años.

Además, el número de atenciones se incrementó de 27 millones en 2009 a 117 millones en 2019, en promedio 12 atenciones por persona mayor en 2020; cifra que supera el promedio de la población general, de ocho atenciones por persona. (Más cifras de interés)

Educación toda la vida

En cuanto a la educación, la investigación señala, entre otras acciones, la necesidad de implementar políticas de reeducación y reconversión laboral que actualicen las habilidades de la población mayor, así como diseñar e implementar una política educativa para todo el curso de la vida.

Su conclusión es que ofrecer a las personas mayores herramientas para complementar su experiencia y sus capacidades genera retornos para ellas y para la sociedad. Mucho más al tener en cuenta su situación actual educativa.

En Colombia 8,4% de las personas entre 60 y 64 años reporta no haber alcanzado ningún nivel de escolaridad, cifra que aumenta a 26,2% para la población de más de 85 años, como revela Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva.

Además, dos de cada tres personas analfabetas son mayores de 60 años; 48,1% de las personas mayores alcanzaron la primaria como máximo nivel educativo y 15,2% alcanzó un nivel de educación superior. Y el 60,5% de las personas mayores no saben usar internet (Más información sobre educación).

Promoción y apoyo a la economía silver

Los bajos niveles educativos y la incertidumbre en la situación laboral y pensional de quienes sobrepasan los 60 años también son riesgos para el maltrato de las personas mayores, por cual el país requiere tomar medidas.

La investigación muestra que en Colombia la mayoría de las personas mayores no tienen protección económica. Por un lado, a medida que aumenta la edad disminuye el empleo asalariado, que es sustituido por el empleo de cuenta propia: 57,7% de las personas entre 50 a 59 años tienen empleo por cuenta propia; 69,3% de las personas entre 60 a 69 años tienen este tipo de empleo y, en el caso de las mayores de 70 años, es 82%.

Por otro lado, solo una de cada cuatro personas mayores recibe pensión y la cobertura es mucho menor en las mujeres. Por ello la principal fuente de ingreso de esta población es la ayuda de hogares e instituciones (Encuentre más datos de ingresos).

Para hacer frente a esta situación, Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva recomienda: fomentar la economía plateada incentivando mecanismos para el apoyo financiero y la capacitación de personas mayores que potencien sus emprendimientos e incluir el enfoque de género en el fomento del emprendimiento para superar las barreras a las que se enfrentan las mujeres mayores.

Garantizar un básico de seguridad económica en la vejez es un factor de bienestar, ya que está ligado de forma directa con el acceso a servicios de salud de calidad, la posibilidad de pagar servicios de cuidado, una mayor inclusión y participación social y un mejor estado de salud mental.

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