De acuerdo con una publicación de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la dependencia funcional aumenta en la región de América Latina y el Caribe más de ocho millones de adultos mayores no pueden llevar a cabo de manera independiente al menos una actividad básica de la vida diaria, como bañarse, comer, o acostarse y levantarse de la cama.
Señala el estudio, que en los próximos 30 años, la demanda de servicios de atención a la dependencia superará al triple de la actual, debido principalmente al envejecimiento poblacional y a la transición epidemiológica. Además, se reducirá la oferta tradicional de servicios de atención, basada principalmente en el trabajo no remunerado de las mujeres de la familia.
Estos escenarios obligan a las sociedades y a los gobiernos de la región a prepararse para apoyar a las personas con dependencia y sus cuidadores y, al hacerlo, avanzar en la agenda de género y se hace necesario empezar a construir sistemas de atención a la dependencia.
La publicación de la División de Protección Social y Salud del BID responde a cinco preguntas clave para los países de la región que quieren comenzar a transitar este camino:
2) ¿Cómo se diseña un sistema de atención a la dependencia?
3) ¿Qué están haciendo los países de la región?
4) ¿Cuánto nos costaría un sistema de atención a la dependencia?
5) ¿Por dónde debemos empezar?
Esta publicación del BID está disponible para el mayor número posible de personas y puede consultarse en el siguiente enlace: 👉🏼 http://bit.ly/2VnMTNA