Maltrato a personas mayores, una de las consecuencias del Covid-19
14 junio, 2022
Sistema Nacional de Cuidado

Los años 2020 y 2021 estarán marcados en el calendario como los más fuertes en la historia reciente de la humanidad. El covid-19 causó estragos en todos nosotros, al igual que varias de las medidas que se tomaron para combatirlo. Sin embargo, no fue implacable de la misma manera con todos, el maltrato a personas mayores se incrementó.

Como lo señala el reciente informe de HelpAge International Promoción de la igualdad para las personas mayores, se utilizaron medidas discriminatorias para restringir su desplazamiento en cada etapa de la respuesta. 

Se les negó el acceso a servicios esenciales de asistencia sanitaria, los riesgos de violencia aumentaron para ellos y las brechas de desigualdad se expandieron en ámbitos como el empleo.

“Se le quitó autonomía a una persona que la tiene. No nos dimos a la tarea de preguntarles a los mayores cómo querían vivir esa situación.

Muchas personas se quejaron y algunas presentaron deterioro cognitivo por el aislamiento”, dice la psiquiatría Lina González, líder de Salud y Bienestar en la Fundación Saldarriaga Concha.

Un asunto de la mayor trascendencia a propósito del Día Mundial para la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora el 15 de junio de cada año.

Por motivo de esta fecha, Medicina Legal publicó algunos datos estadísticos sobre diferentes formas de violencia. Entre estas, se puede ver que el porcentaje de homicidios a personas mayores de 60 años aumentó 7,4 % en 2022 con respecto al mismo periodo de 2021 (enero – mayo). Ver infografía completa.

Qué es maltrato

Según la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, el maltrato hacia las personas de edad avanzada se define como el daño físico, psíquico y moral que se le produce a mayores de 60 años, ya sea por acción u omisión.

Vale la pena resaltar que los adultos mayores, además del maltrato que puede darse por parte de sus familias, cuidadores o instituciones, son vulnerables con respecto al acceso a la salud, la educación, los ingresos económicos y otros factores.

De acuerdo con el documento ‘Personas mayores en Colombia: Hacia la inclusión y la participación’, 13,9 % de la población de Colombia en 2020 eran adultos mayores, lo que representa 7,1 millones de personas.

Clasificación del maltrato

El maltrato, puntualmente, se clasifica en directo – individual (abuso emocional o psicológico, negligencia, abuso o maltrato físico, abuso financiero, abuso sexual y abandono) y en indirecto – social (viejismo, infantilismo, maltrato cultural). Algunas de estas formas de maltrato y abuso empeoraron con la pandemia por covid-19.

El distanciamiento físico, por ejemplo, condujo al abandono de los mayores, lo cual impactó su salud mental y física. Muchos familiares y amigos no volvieron a visitarlos y la falta de experiencia en el uso de tecnologías puso una barrera en la comunicación.

Por otro lado, el encierro prolongado con la familia o con los cuidadores generaron escenarios de violencia, abuso y negligencia.

“En el último año, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios”, según Naciones Unidas en 2021.

El maltrato no es solo físico

Otro tipo de maltrato durante la pandemia fue la negligencia médica. Muchos casos demostraron que, por la falta de camas en Cuidado Intensivos y de ventiladores o respiradores, se priorizó la atención médica a las personas más jóvenes.

Precisamente, el secretario general de la ONU, António Guterres, se refirió en 2020 sobre la igualdad de derechos a la vida y a la salud que tienen las personas mayores frente a las otras. “Las decisiones difíciles en torno a la atención médica para salvar vidas deben respetar los derechos humanos y la dignidad de todas las personas”, dijo.

“El maltrato hacía las personas mayores es una problemática mundial que va más allá del físico. Hay agresión emocional, psicológica, negligencia y aislamiento.

Dejar al adulto hablando solo en una reunión, por ejemplo, es una forma de maltrato que se vive en nuestra cotidianidad. Esto es maltrato sutil”, dice la psiquiatra González.

Explica que esto se da porque se ha generalizado un rechazo hacía la vejez. A pesar de ser una realidad vital, los seres humanos no pensamos con frecuencia en el envejecimiento o no lo percibimos como una realidad nuestra. Entonces se generan estereotipos y discriminación por motivos de edad (edadismo).

La vejez es una construcción social. “No se puede decir cuándo me hice viejo, sino que desde la medicina se ha puesto unos rangos en términos de edad que tiene que ver con los declives que nosotros vamos teniendo, pero si vemos a través del tiempo, nacemos en un proceso en el cual constantemente ganamos y perdemos cosas”, agrega González.

Algunos desafíos

Adicional a esto, las personas mayores de 80 años presentaron la tasa de mortalidad más alta. Entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, Colombia registró 91.794 defunciones por covid-19 confirmado y sospechoso.

Ante estas situaciones, el documento ‘Resumen de políticas: El impacto de COVID-19 en personas mayores’ de Naciones Unidas concluyó que las personas mayores deben ser incluidas digitalmente, se les debe brindar posibilidades de ingresos y empleo, así como el acceso a una pensión; y consultarles para aprovechar sus conocimientos y garantizar su inclusión en la elaboración de las políticas que los afectan directa e indirectamente.

Para Naciones Unidas es importante prestar más atención a los desafíos que afecta a este grupo poblacional teniendo en cuenta que se prevé que entre 2019 y 2030 el número de personas mayores de 60 años entre 2019 y aumentará 38 %, superando en número a la juventud a nivel mundial.

Tipos de maltrato o abusos hacía las personas adultas mayores

Tomado de la ‘Cartilla sobre buen trato a las personas adultas mayores’ del Gobierno Nacional de Colombia.

Maltrato directo – individual

Abuso emocional o psicológico:

Es infligir angustia, dolor o estrés a través de actos verbales o no verbales; incluye gritos, reproches, amenazas, insultos, intimidación y humillación.

Se expresa mediante acciones como: remedar, ignorar, chantajear, aislar, infantilizar, sobrecargar de tareas domésticas, excluir de eventos significativos, sacar de su casa, echar a la calle e impedir el ejercicio de sus derechos.

Negligencia:

La pasiva consiste en dejar solas a las personas adultas mayores, asiladas u olvidadas, no proporcionarles alimentación o atención médica, negarles o limitarles la administración de medicamentos.

La activa implica privar de artículos necesarios para la vida diaria, negar recursos vitales y no proveer de cuidados a aquellas personas físicamente dependientes.

Se puede evidenciar en la deshidratación, mala alimentación, lentes rotos, audífonos en mal estado, habitaciones en malas condiciones, camas inadecuadas, suciedad o mal olor excesivo, vestimenta inadecuada y presencia de escaras en las personas adultas mayores.

Abuso o maltrato físico:

Uso de fuerza física que puede ocasionar daño corporal, dolor físico, deterioro o lesión. Incluye agresiones como: golpear, abofetear, patear, atar, sacudir, pellizcar, empujar, pinchar, quemar, inmovilizar, etc.

Abuso financiero:

Uso ilegal, inapropiado o sin autorización de dinero, propiedades, rentas, patrimonio o recursos de una persona adulta mayor. También se conoce como abuso material o abuso de la propiedad.

Comprende el mal uso o hurto del dinero o propiedades de las personas mayores, como cuando se hace el cobro de pensiones o subsidios a su nombre, sin entregar o administrar el dinero conforme a la voluntad del titular, o cuando se le engaña para vender o donar propiedades falsificando documentos o haciendo mal uso del poder otorgado a representantes o abogados.

Abuso sexual:

Contacto sexual de cualquier tipo, no consentido, con una persona adulta mayor. Se evidencia mediante actitudes, gestos, insinuaciones, exhibicionismo o comportamientos de acoso sexual, tocamientos, obligar a la víctima a realizar actos sexuales al agresor, violación, realización de fotografías obscenas, etc.

Abandono:

Cuando el cuidar de un adulto mayor incapaz de atender sus propias necesidades omite aportar medidas económicas o cuidados básicos como comida, hidratación, higiene personal, vestido, albergue, asistencia sanitaria, administración de medicamentos, confort, protección y vigilancia de situaciones potencialmente peligrosas. El abandono puede ser intencional o involuntario.

Maltrato indirecto – social

Viejismo:

“Cualquier actitud, acción o estructura institucional que subordina a una persona o grupo por razones de edad o como asignación de roles discriminatorios en la sociedad, únicamente basados en la edad. […] Se caracteriza por prejuicios, estereotipos y discriminación contra personas adultas mayores sustentados en la creencia de que en la vejez las personas son menos atractivas, capaces, inteligentes y productivas” (Martinez, Vivaldo y Mendoza, s.f., p.2)

Infantilismo:

Estereotipo según el cual las personas adultas mayores vuelven a ser niños y hay que tratarlos como tales. Como consecuencia de esta creencia son los terceros quienes cuidan, vigilan y deciden por las personas mayores. El riesgo de esta creencia es que las mismas personas adultas mayores la van asumiendo como verdadera.

Maltrato cultural:

Constituido por aspectos del mundo simbólico que se utilizan para legitimar o justificar la violencia de tipo estructural o directa, a través de los medios de comunicación, valores culturales, lengua, educación, religión, artes y ciencias. “Corresponde a aquellas argumentaciones que hacen percibir como ‘normales’, situaciones de violencia profunda” (Sirlin, 2008, p.11).

Ruta para denunciar 

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