El modelo de cuidado con enfoque de envejecimiento activo busca promover las relaciones y los entornos de cuidado que las familias, la comunidad y las instituciones les proveen a las personas mayores.
Componentes del modelo:
1. El cuidado y el autocuidado:
a. Actividades para mejorar su autocuidado y ser más independientes en su vida diaria a partir de hábitos y acciones como vestirse, salir a la calle, hacer vueltas, participar en actividades comunitarias.
b. Capacitación a familias, cuidadores y vecinos en la forma adecuada de cuidar a las personas mayores.
2. la promoción de los estilos de vida saludable.
Alimentación y actividad física, como estrategia para promover y mantener niveles adecuados de salud, autonomía y presencia activa en la comunidad durante la vejez. Este componente se desarrolló a través de la cultura y los saberes populares de las personas mayores, incluyendo danzas, bailes y gastronomía tradicional.
3. Laboratorios intergeneracionales de memoria y escritura.
Talleres interactivos dirigidos a personas mayores, jóvenes y niños, para aprender a crear cuentos y a narrarlos de manera oral y escrita.
Vea también la escuela virtual Historias en Yo Mayor.
4. Resiliencia y resolución de conflictos:
Ejercicios de respiración, relajación y meditación y desarrollo de destrezas psicosociales como solución de problemas de manera no violenta.
5. Incidencia y exigibilidad de derechos:
Capacitación a personas mayores y sus familias sobre derechos, métodos de organización colectiva y diseño y evaluación de políticas, programas y proyectos.
6. Apoyo a proyectos productivos asistencia técnica empresarial para montar sus propios emprendimientos.
Resultados
- Las condiciones de vida de las personas mayores, en términos de salud, educación, actividades laborales y ocupación del tiempo libre mejoraron, pasando de 8.09 a 8,33.
- Subió tres puntos el nivel de dependencia, pasando de 94,68 a 97,23 en la escala de Barthel. Esto se ve reflejado en la autonomía de este grupo para realizar actividades de la vida diaria como vincularse a actividades comunitarias, cocinar, comer solo, hacer sus propias diligencias.
- Se mantuvo el nivel de independencia a través de cuatro indicadores como usar el teléfono, usar medios de transporte, ser responsables de medicarse y manejar sus asuntos económicos.
- El componente de promoción de hábitos saludables les permitió valorar su paso por la vida y afrontar de manera positiva los cambios de la vejez, viviendo de manera activa su envejecimiento.
- Las personas que participaron en este piloto manifiestan que “cada vez viven más tranquilas” y que lo que aprendieron les “cambio la convivencia, les hizo comprender una mejor forma de comunicarse y afrontar los conflictos que a diario se evidencian en su sitio de vivienda”.
- Después del proyecto, adultos mayores dice sentirse más reconocidos dentro de los espacios sociales en los cuales participan.
Así, el modelo de cuidado y envejecimiento activo tiene todos los elementos recomendados por la Organización Mundial de la Salud para el desarrollo de una política nacional de cuidado con un enfoque de envejecimiento activo adaptada a las circunstancias de las personas mayores en el país, que efectivamente favorece una vejez digna y saludable.