Teatro en lengua de señas
8 mayo, 2019

Una de las actividades de la franja Leer con los Sentidos, de la feria del Libro 2019, fue el teatro en lengua de señas. La Compañía de teatro ‘La rueda flotante’, dedicada a llevar a las tablas obras en lengua de señas colombiana, participó con ‘La casa de las estrellas’ en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, esto, dentro de las 30 actividades programadas en la franja ‘Leer con los sentidos’, destinada a la participación e inclusión de las personas con discapacidad.

La obra recibe su nombre gracias a la pregunta que lanzó un niño en una actividad: ¿Qué es el universo?, a lo que otro niño contestó “La casa de las estrellas”.

Esta propuesta es “una adaptación de un texto que recogió el escritor paisa Javier Naranjo, que en el 2006 hizo talleres con niños y niñas del oriente antioqueño donde les planteó definir palabras como Colombia, amor, sueños y a partir de allí recoger sus definiciones y realizar una antología”.

Así mismo, incluyeron el texto ‘Los niños piensan la paz’, libro editado por el Banco de la República, pues al ver la experiencia de Naranjo, decidieron replicarlo por todo el país bajo el concepto de la guerra y el posconflicto.

“Estos dos textos recogen las voces de los niños de Colombia definiendo su vida, sus situaciones, ese universo contado por los niños del país, llevado a escena. Pero la inquietud que surge es, ¿y los niños sordos cómo han construido su país en lengua de señas? hasta ese momento no había una creación, ni un universo simbólico para este tema y surgió la propuesta de construir las palabras y un universo simbólico en señas”, agregó.

Esta obra es un estímulo que se ganó la compañía en el 2018 por parte del Ministerio de Cultura, lo que permitió su producción y posteriormente llevarla a los pueblos de Antioquia y sus comunidades de personas sordas, propiciando así un encuentro incluyente entre el teatro, la literatura y las personas con discapacidad.

Fortalecer la lengua de señas

La lengua de señas es un idioma visual que se debe fortalecer desde la infancia y así fomentar tanto el pensamiento concreto, como el abstracto, desde su primera lengua.

Esta razón llevó a la compañía La Rueda Flotante a crea un laboratorio regional en lengua de señas colombiana ligado a las artes escénicas, y así poder difundir su mensaje en los diferentes municipios de Antioquia para trabajar con comunidades y colegios de personas sordas y solidificar esta lengua, a los interpretes y a la cultura como minoría lingüística.

Esta iniciativa surgió en 2012 en Medellín con el teatro para persona sordas y en 2017 para personas ciegas.

Es fundamentalmente otra forma de hacer teatro, de hecho, es reconocida como una categoría más que ya ha existe en otras partes del mundo, con técnicas depuradas y desarrolladas.

Sebastián Arenas, un joven con discapacidad auditiva que estudia derecho en la Universidad de Medellín y Cristian, actor de la compañía de teatro de sordos, estudiante de licenciatura en educación física y jugador de la liga antioqueña de fútbol de
sordos, son quienes vienen trabajando desde hace 3 años de manera sistemática, con una técnica depurada que han aprendido con otros maestros sordos.

La obra La casa de las estrellas tiene un año, se ha llevado a zonas rurales y es la primera vez que se presenta en la ciudad. En el área rural la obra se asimila diferente porque los niños aún no hablan mucho de la paz ni de la guerra, la recepción es más una sensación de suspenso, que se queda en lo sensitivo, en inspirar símbolos; sin embargo, en la ciudad “pasan cosas diferentes, los espectadores empiezan a hablar de la estética de la obra y de la narración” cuenta Juan Diego Zuluaga.

Para La Rueda Flotante, estar en FILBo 2019 es “un reconocimiento y una valoración a la persona sorda como participe activo de los proyectos del país, no es solo la accesibilidad e inclusión en los espacios del país o traer a las comunidades de las personas con discapacidad para que participen de la feria, sino que ellos sean los protagonistas de la feria (…) es una inclusión en otro sentido, es decir: vengan los oyentes a conocer el universo de los sordos. Esa posibilidad ha sido maravillosa en estos espacios de la Feria del Libro”.