La tecnologÃa es una herramienta útil para la inclusión de las personas mayores. Cada vez más personas mayores usan la tecnologÃa en Colombia, generando dinámicas que promueven la inclusión social y productiva de esta población y convirtiéndose en otra alternativa a la hora de mantenerlos informarlos. Sin embargo, todavÃa son muchas las personas mayores que no saben acceder a internet, usar un computador o manejar un teléfono inteligente.
Según el TGI de diciembre de 2018 de Kantar IBOPE Media, solamente el 58,1% de las personas entre 55 y 75 años ingresaron a Internet en los últimos 30 dÃas y 12.7% afirma que Internet es una fuente de ayuda en la toma de decisión de compra de cualquier producto.
Este mismo análisis señala que el consumo de internet en lo adultos mayores durante 2018 presentó “un incremento del 16.5% con relación a 2017”, dato alentador, pero que al mismo tiempo invita al diseño, planeación y ejecución de estrategias que generen un impacto más amplio dentro de la población mayor a la hora de involucrarlos con el uso de las nuevas tecnologÃas.
Sà bien es cierto que existen programas y dinámicas públicas y privadas que intentan vincular a las personas mayores para formarlos en el uso de la tecnologÃa, también lo es la existencia de algunas barreras que impiden la capacitación de esta población y por ende fomenta su exclusión a nivel social y productivo.
Barreras para la inclusión
Para la directora de la Fundación de Educación Integral Percomputo, Claudia Pinzón, existen dos barreras que impiden el empoderamiento de las personas mayores a la hora de hablar de tecnologÃa.
La primera, dice Pinzón, es la misma persona mayor, quien en ocasiones se muestra renuente a adquirir nuevos conocimientos argumentando que debido a su edad ya no es posible aprender nada nuevo.
“Es complicado concientizar a la persona mayor y hacerle ver lo importante que es mantener la mente activa y hemos encontrado en la educación y la tecnologÃa dos aliados estratégicos que potencializan, no solo la mente, sino la parte espiritual y la parte fÃsica y hemos visto transformaciones importantes en sus vidas”, señaló Pinzón.
Al respecto, la directora de la Fundación Telefónica, Mónica Hernández, asegura que es necesario involucrar a toda la sociedad en los procesos de aprendizaje, pues es importante que desde los más pequeños hasta los más viejos aprendan y disfruten de un mundo que apenas se está empezando a descubrir.
“Las personas mayores creen que ya vivieron lo que tenÃan que vivir y que ya no tiene sentido involucrarse en el mundo de la tecnologÃa y resulta que recién estamos empezando a vivir este mundo y no podemos dejar a nadie atrás y eso involucra a los adultos mayores”, señaló Hernández.
La otra barrera señalada por Pinzón es el apoyo de las entidades gubernamentales y la empresa privada, quienes, en algunos casos, se enfocan en ayudas asistencialistas en lugar de brindad apoyo a las prácticas que beneficien el aprendizaje y la inclusión de las personas mayores.
“Tuvimos una experiencia triste, visitamos alcaldÃas, presentamos el proyecto y haciendo este servicio nos decÃan que lo único que podÃan ofrecerles a los adultos mayores eran sudaderas, finalmente, en nuestro recorrido encontramos que quienes tienen recursos no creen en la educación para personas mayores”, indicó la directora de la fundación Percomputo.
MetodologÃa para la educación
Una vez superadas las barreras expuestas, se hace necesario cautivar a las personas mayores y hacerles sentir que a cualquier edad se puede aprender y que ellos pueden ingresar a un salón de clases y hacer nuevos compañeros.
En este punto la Fundación Telefónica es enfática en señalar que lo primordial a la hora de buscar captar la atención de las personas mayores es el método utilizado, pues si se logra abordarlas con éxito, la permanencia de ellas en cualquier proyecto o iniciativa puede estar garantizada.
“Es difÃcil que, en su casa, el adulto mayor encuentra alguien que le tenga paciencia para enseñarle, difÃcilmente un nieto, un
sobrino tiene la disposición para explicarle varias veces las mismas cosas que es la manera como se viven los procesos y se aprende”, señaló la directora de la Fundación Telefónica.
“¿Cuál es la metodologÃa con la que nos aseguramos que aprendan? No es la misma de un niño, el proceso de educación es diferente y trabajamos para que entiendan cómo funciona la tecnologÃa y los beneficios que les trae dÃa a dÃa”, dijo Hernández.
Otro aspecto importante en este proceso es la “conexión social”, término utilizado por el fundador y director ejecutivo de Older Adults Technology Services (OATS) en Nueva York, Thomas Kamber, quien aseguró que este aspecto es clave a la hora de utilizar la tecnologÃa para la inclusión social de las personas mayores.
Su organización diseña programas que permiten la inmersión en tecnologÃa, redes sociales y otras formas de comunicación, y allà acuden personas mayores inquietas por conocer este mundo y que buscan aprovechar su tiempo libre de la forma más adecuada.
“Mucha gente mayor cuando viene tiene mucha ansiedad sobre su potencial de aprender nuevas cosas; una estrategia es hacer el ingreso al programa muy fácil, no tantas reglas, cero burocracia. Si usted tiene 60 años o más, la idea es que pueda ingresar muy fácil, lo importante es tener una puerta abierta a las personas”, explicó Kamber desde su experiencia en Estados Unidos.
“Los jóvenes tenemos muchas oportunidades de conectarnos con otras personas, en el vecindario, las iglesias; pero cuando tenemos 60 años esas oportunidades no son tan comunes y necesitamos un esfuerzo extra para poder generarlas”, agregó Kamber.
El uso de redes sociales o la curiosidad por contactar viejos conocidos puede convertirse en el punto de partida para el acercamiento a un computador, un teléfono móvil o una tableta.
“Vienen para aprender a usar la computadora, para aprender a usar un e-mail y mandar mensajes a personas, o comienzan con Facebook para conectar amigos del ejército o que dejaron ver hace 50 o 60 años”, señaló Kamber.
Es en este proceso citado por el director de OATS, donde la “conexión social” se genera no solo a través de las redes, sino en
los espacios donde estas personas confluyen para aprender y educarse sobre nuevas tecnologÃas.
“Hay conexión social, se crean nuevos lazos de amistad, se comparten experiencias y la calidad de vida de mis alumnos mejora. Están en el proceso de aprender algo que es difÃcil, es como aprender un nuevo lenguaje, es su lucha y desde allà hacen nuevos amigos. Hay muchas investigaciones que demuestran que las personas que tienen esa conexión social, tienen mejor salud, viven más años y tienen mejor calidad de vida”, dijo Kamber.
Algo similar hacen desde la fundación Percomputo, donde antes de diseñar cualquier programa identifican los gustos, aficiones, hobbies e intereses de las personas mayores y los incluyen dentro del proceso educativo para hacer mucho más fácil y entretenida su inmersión en la tecnologÃa.
“La educación es diferente, ponemos en práctica un modelo educativo amable y lleno de afecto; nos gusta conocer a las personas para potencializar sus gustos y saber cómo enseñarles la tecnologÃa; usar el tema que le gusta a cada persona para poder engancharlo”, dijo Pinzón.
Inclusión productiva
Las personas mayores nunca dejan de generar ideas y sus experiencias y necesidades particulares pueden ser el punto de partida para emprender nuevos rumbos.
Su acceso a la tecnologÃa, en particular al internet, les presenta un mundo ilimitado de conceptos, colores, testimonios, imágenes, videos y ejemplos de cómo ellos pueden animarse a crear su propio negocio y reavivar el sentimiento de productividad que muchos, al llegar a la vejez, dan por perdido.
En el caso de la Fundación Percomputo, cuenta Claudia Pinzón, sus alumnos, después de aprender, generar nuevas amistades y crear lazos sociales fuertes, deciden emprender proyectos productivos y generar sus propios ingresos apoyados en herramientas tecnológicas y redes sociales.
“Estas personas son personas que no tienen fuentes de ingreso, se capacitaron un año, fortalecieron sus lazos de amistad, su salud fÃsica y salud mental y emocional y se despertó en ellos una curiosidad por aprender y ahora se preguntan qué puedo hacer para ofrecer algo y mejorar mi calidad de vida”, dijo Pinzón.
Asà mismo, la Fundación Telefónica, que también apoya la formación en tecnologÃa para el desarrollo productivo de las personas mayores, cree que es necesario educarlas y formarlas en actividades digitales, para que se generen entornos intergenarcionales que no solo estén motivados a satisfacer una labor productiva, sino que mejoren la calidad de vida y enriquezcan las experiencias de viejos y jóvenes.
“La realidad virtual, la inteligencia artificial, la robótica permea cada vez más la vida de los adultos y no queremos que nadie se quede por fuera de ese mundo, de esa interacción. La tecnologÃa te incluye, te hace conocer nuevas personas, conocer nueva gente, y no quedarse atrás en un mundo de interacción que es muy diferente”, dijo Hernández.
“Lo trabajamos porque no queremos que solamente los niños y jóvenes sean quienes estén desarrollando esos empleos del futuro puramente digital que recién estamos empezando a construir, no queremos que nadie se quede afuera”, concluyó.