Los datos de Naciones Unidas son claros: se espera que entre 2019 y 2030 la población de 60 años o más aumente en un 38% y supere en número a la juventud en el mundo. Y este crecimiento será mayor y más rápido en regiones en vía de desarrollo como América Latina.
En nuestro país, actualmente 14 de cada 100 colombianos son mayores de 60 años. Hace nueve años, eran nueve y hace 38 años, apenas siete. (Lea más en Los retos para Colombia, un país que envejece)
El mundo envejece. Cada día hay más personas con mayor expectativa de vida, viviendo solas y expuestas a violencias y maltrato, especialmente en aquellos países donde el sistema de cuidado recae en la familia y donde es limitada su autonomía.
Es por ello que, desde 2012, cada 15 de junio, se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez. Una fecha con la que se pretende reflexionar sobre esta problemática social y profundizar en acciones de protección y promoción de los derechos de las personas mayores.
En Colombia, por ejemplo, la última Encuesta Nacional de Salud Bienestar y Envejecimiento (SABE Colombia-2015) reveló que el 13% de las personas mayores manifestó haber sido víctima de maltrato.
Al revisar por modalidades, el maltrato psicológico se ubicó en primer lugar (12,3%), seguido del físico (3,4%), el financiero (1,5%) y el sexual (0,3%).
Asimismo, se reveló una correlación en el maltrato psicológico entre los estratos socioeconómicos menos favorecidos. En el estrato 1 se registró la mayor proporción de maltrato físico y sexual, mientras que entre los estratos 5 y 6 prevaleció el financiero.
Qué es maltrato
Según la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, el maltrato hacia las personas mayores de 60 años se define como el daño físico, psíquico y moral, ya sea por acción u omisión.
Ese maltrato puede provenir de sus familias, cuidadores o instituciones. Además, esta población es más vulnerable con respecto al acceso a la salud, la educación, los ingresos económicos y otros factores.
Clasificación del maltrato
El maltrato, puntualmente, se clasifica en directo – individual (abuso emocional o psicológico, negligencia, abuso o maltrato físico, abuso financiero, abuso sexual y abandono) y en indirecto – social (viejismo, infantilismo, maltrato cultural).
De acuerdo con una revisión de 52 estudios realizados en 2017 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas de 60 años o más (15,7%) sufrieron alguna forma de maltrato lo que permite estimar la prevalencia de los tipos de maltrato a las personas mayores.
El maltrato no es solo físico
“Es una problemática mundial que va más allá del físico. Hay agresión emocional, psicológica, negligencia y aislamiento. Dejar al adulto hablando solo en una reunión, por ejemplo, es una forma de maltrato que se vive en nuestra cotidianidad”, señala Lina González, líder de bienestar de la Fundación Saldarriaga Concha y directora de la Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva.
La experta explica que se da porque se ha generalizado un rechazo hacia la vejez. A pesar de ser una realidad vital, el ser humano no piensa con frecuencia en el envejecimiento o no lo percibe como una realidad y esto genera estereotipos y discriminación por motivos de edad (edadismo).
“No se puede decir cuándo me hice viejo, sino que desde la medicina se ha puesto unos rangos en términos de edad que tiene que ver con los declives que vamos teniendo, pero si vemos a través del tiempo, nacemos en un proceso en el cual constantemente ganamos y perdemos cosas”, agrega González.
Los retos por afrontar
El maltrato a las personas de edad puede tener graves consecuencias físicas, mentales, económicas y sociales como lesiones corporales, defunción prematura, depresión, deterioro cognitivo, ruina económica y necesidad de ingreso en una residencia para personas mayores.
En Colombia existe la Política Pública Nacional De Envejecimiento y Vejez 2022-2031. En ella se desarrolló un eje especial para abordar la violencia, pero también el abandono y la discriminación.
Esta consigna que desde el sector salud se debe adecuar la valoración geriátrica integral para identificar desde allí los signos de sospecha de maltrato, brindar atención psicosocial oportuna y mitigar los efectos nocivos en materia de salud mental y físico.
Busca que las instituciones estén en sintonía para aplicar los marcos regulatorios, en especial la Ley 1850 de 2017, mediante la cual se penalizó el maltrato intrafamiliar por abandono. Por otra parte, fortalece las rutas intersectoriales para la denuncia, apoyo de redes psicosociales, protección y restablecimiento de los derechos de los mayores.
González agregara que la forma de lograr una vejez sin maltrato pasa por lograr que la persona tenga autonomía, aseguramiento de los ingresos, educación y posibilidad del autocuidado. “Debemos enfocarnos en lo que tenemos para mejorarlo, como es el sistema de cuidado”, concluye.